La crisis de incendios forestales en California provoca una revisión de los seguros: Los propietarios enfrentan decisiones difíciles.

La crisis de incendios forestales en California provoca una revisión de los seguros: Los propietarios enfrentan decisiones difíciles.

Los incendios forestales en California están provocando una crisis en el seguro de propietarios de viviendas, con el aumento de las primas y la retirada de las aseguradoras, lo que obliga a depender del costoso Plan FAIR.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Desastres Naturales HACE 5 HORAS

A raíz de los devastadores incendios forestales que han arrasado California, el panorama del seguro de vivienda en el estado está experimentando un cambio sísmico. A medida que las llamas continúan devastando hogares y vecindarios, lo que resulta en pérdidas aseguradas estimadas en $30 mil millones, las realidades de la cobertura de seguros se vuelven cada vez más graves. Las principales aseguradoras están retrocediendo de las áreas de alto riesgo, lo que obliga a los propietarios a recurrir al Plan FAIR de California—una opción de seguro respaldada por el estado—frecuentemente a precios exorbitantes. Las implicaciones de este cambio van más allá de los propietarios individuales; tocan cuestiones socioeconómicas más amplias. Muchos propietarios han reportado aumentos asombrosos en sus primas de seguro—un propietario mencionó un aumento del 400%. Para algunos, el costo de los requisitos de resistencia al fuego ha hecho que el seguro sea inasequible, dejándolos con la sombría elección de estar sin seguro o mudarse. A medida que la industria de seguros lidia con las consecuencias de una serie de eventos catastróficos, los consumidores deben soportar el peso de un paisaje económico cambiante impulsado por el cambio climático y desastres naturales. El sistema de seguros de California, creado para ofrecer cobertura a quienes no pueden obtenerla en el mercado privado, se encuentra ahora en un momento crítico. El Plan FAIR, diseñado hace más de 50 años, es en gran medida insostenible en su forma actual, especialmente mientras el estado enfrenta la realidad de que sus fondos disponibles—apenas $377 millones—son terriblemente inadecuados para cubrir las crecientes reclamaciones resultantes de los incendios forestales. El presidente del Plan FAIR advirtió recientemente que el sistema está a un evento importante de la insolvencia, lo que genera alarmas sobre los posibles efectos colaterales en los contribuyentes. Si bien esta crisis es particularmente aguda en California, no es un fenómeno aislado. Estados como Florida, que enfrentan riesgos de huracanes e inundaciones, y Colorado, que lucha contra incendios forestales, están experimentando desafíos similares en el ámbito del seguro. La cuestión en cuestión plantea preguntas críticas sobre cómo la industria de seguros, tanto privada como pública, se adaptará en el futuro. Con las aseguradoras retirándose de los mercados de alto riesgo, la conversación se centra en la viabilidad de un programa de seguros estatal o nacional que podría aliviar parte de la carga impuesta a los propietarios. Los críticos argumentan que un modelo de seguro administrado por el gobierno podría ofrecer soluciones más equitativas, aunque las complejidades de la ciencia actuarial y las presiones políticas presentan obstáculos significativos. Un programa federal podría, en teoría, prevenir la inflación de las tarifas de seguros en general, protegiendo a los consumidores en áreas de menor riesgo de las repercusiones de eventos catastróficos en otros lugares. Sin embargo, este enfoque también corre el riesgo de crear un sistema donde las repercusiones de malas decisiones sobre el uso del suelo se difundan a nivel nacional, lo que genera un debate sobre la responsabilidad de la reconstrucción en ubicaciones peligrosas. A medida que California continúa soportando las duras realidades de los desastres relacionados con el clima, la pregunta sigue siendo: ¿veremos un cambio en las estrategias de uso de la tierra que prioricen la seguridad y la sostenibilidad? La destrucción causada por los incendios forestales sirve como un recordatorio contundente de los riesgos asociados con la construcción en entornos precarios, y la crisis del seguro puede, en última instancia, forzar una reevaluación de dónde y cómo elegimos desarrollarnos. Además, las implicaciones más amplias de la crisis del seguro son profundas. Los patrones de migración podrían cambiar a medida que el costo de reconstruir en áreas de alto riesgo se vuelva prohibitivamente caro, lo que podría llevar a cambios demográficos en todo el estado y más allá. La noción de que los valores de propiedad pueden desplomarse en zonas propensas a incendios forestales genera preocupaciones sobre la estabilidad financiera de los propietarios que han invertido sus ahorros de toda la vida en estas propiedades. A medida que procesamos las consecuencias de los incendios forestales en California, es crucial abordar el tema con empatía. Muchos han perdido no solo sus hogares, sino la vida que construyeron dentro de ellos. La conversación sobre el seguro de vivienda no es meramente financiera; se trata de las vidas reales afectadas por estos desastres. El camino a seguir requiere un esfuerzo colectivo para garantizar que los esfuerzos de reconstrucción consideren no solo la economía del seguro, sino el bienestar de las comunidades y el entorno en el que existen. El desafío radica en encontrar un equilibrio que proteja tanto los medios de vida de los propietarios como el futuro de nuestros paisajes.

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