Juan Brignardello Vela
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En un enfrentamiento histórico que se llevará a cabo el lunes por la noche, el partido por el campeonato nacional de los playoffs de fútbol americano universitario contará con dos titanes del Medio Oeste: Notre Dame y Ohio State. Sin embargo, este esperado choque está impregnado de una distintiva influencia del Sur, mostrando una confluencia de talento que refleja el paisaje en evolución del fútbol universitario. Para muchos jugadores, como Anthonie Knapp de Notre Dame, originario de Roswell, Georgia, y Jaylen Sneed de Carolina del Sur, el contexto geográfico era inicialmente confuso cuando escucharon por primera vez sobre la ubicación de la universidad en Indiana. Sin embargo, a medida que estos atletas estudiantes se han acomodado en sus roles, queda claro que sus raíces sureñas han jugado un papel fundamental en su desarrollo y éxito en el campo. El enfrentamiento en Atlanta marca la primera final de fútbol americano universitario exclusivamente del Medio Oeste. Sin embargo, las plantillas cuentan una historia diferente, destacando la significativa contribución del Sur al éxito de Ohio State y Notre Dame. Un total combinado de 33 jugadores proviene del territorio de la SEC, junto con seis transferencias de escuelas de la SEC y 13 atletas adicionales de estados cercanos como Carolina del Norte y Virginia. Este sabor sureño indica un cambio en la forma en que los programas están reclutando talento, con un fuerte énfasis en el profundo grupo de jugadores habilidosos que emergen del Sur. El linebacker de Notre Dame, Jaiden Ausberry, quien creció en Baton Rouge, Luisiana, enfatizó la importancia cultural del fútbol en el Sur, afirmando que es “algo en lo que realmente naces”. El compromiso emocional y financiero con el fútbol de secundaria y universitario en estas regiones se traduce en un nivel elevado de entrenamiento y competencia desde una edad temprana. Seth McLaughlin, centro de Ohio State, expresó un sentimiento similar, señalando los extensos recursos dedicados