Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Leonor de Borbón, la joven princesa Española, continúa su trayecto hacia la corona, enfrentando no solo la responsabilidad que conlleva su futura posición, sino también los desafíos propios de su formación militar. En su actual etapa, se encuentra embarcada en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, donde, además de navegar, ha tenido que lidiar con los efectos del "mal de tierra", un fenómeno conocido también como mareo cinético que afecta a muchos navegantes inexpertos. Desde su llegada a la Escuela Naval Militar de Marín, Leonor ha comenzado a experimentar los inconvenientes del mareo por movimiento, síntoma habitual en aquellos que no están acostumbrados a la vida en alta mar. Al principio, la situación fue difícil para ella: sufrió mareos intensos y náuseas que la llevaron a perderse las primeras clases. Sin embargo, la Princesa ha demostrado su determinación y compromiso con su formación, buscando afrontar esta etapa con la misma valentía que se espera de una futura reina. La "Leonormanía", como se le ha denominado al fenómeno mediático que rodea a la joven, no solo se debe a su carisma, sino también a la estrategia de sus padres, Felipe VI y Letizia, quienes han optado por una imagen más moderna y accesible de la monarquía. Desde su educación en un prestigioso internado en Gales hasta su actual formación militar, cada paso dado por Leonor está diseñado para prepararla para su futuro papel en la Casa Real. El mal de tierra, que es el término coloquial para el mareo cinético, se presenta cuando el cuerpo, acostumbrado al movimiento del barco, tiene dificultades para adaptarse a la estabilidad del suelo. Esto puede causar episodios de náuseas, mareos y, en algunos casos, vómitos. Según el médico de familia David Sánchez Guzmán, el malestar que ha experimentado Leonor es común y se espera que con el tiempo logre adaptarse. En el contexto de esta experiencia, es importante resaltar que el mareo cinético no es una condición permanente y que existen varias estrategias para mitigar sus efectos. Se recomienda mantener la cabeza y la mirada lo más quietas posible, respirar aire fresco y evitar actividades como leer durante el trayecto. Para aquellos que sufren de náuseas, alimentos simples como galletas saladas o bebidas de jengibre pueden ofrecer alivio, mientras que en casos más severos, se pueden recurrir a medicamentos específicos. Felipe VI y Letizia han hecho un esfuerzo consciente por estar presentes en momentos significativos de la vida de su hija, como se evidenció en su reciente despedida en Cádiz, donde la emoción fue palpable. La reina Letizia, visiblemente afectada, mostró su lado más humano al decir adiós a Leonor, un recordatorio de que, aunque la joven esté en medio de su formación, siempre existirá un fuerte vínculo familiar. A medida que Leonor avanza en su viaje, no solo está adquiriendo habilidades militares, sino que también está construyendo una imagen que podría definir la monarquía española en el futuro. Su participación en eventos significativos, como los Premios Princesa de Asturias, la ha posicionado como una figura central, y su formación militar es un paso más en su camino hacia el trono. Con el viaje en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, la Princesa tiene la oportunidad de compartir experiencias con otros 75 compañeros, lo que no solo enriquecerá su formación, sino que también fomentará la camaradería y el trabajo en equipo, habilidades esenciales para una futura reina. A pesar de los retos, la fortaleza y la resiliencia que ha mostrado hasta ahora sugieren que está bien equipada para manejar lo que le depare el futuro. Finalmente, el recorrido de Leonor es un recordatorio de que la modernización de la monarquía española no solo depende de la imagen pública, sino también de la preparación y el carácter de sus miembros más jóvenes. Con cada paso que da, Leonor no solo se convierte en una figura admirada, sino en un símbolo de lo que representa la nueva generación de la Casa de Borbón. En este camino hacia la corona, los desafíos que enfrenta, incluidos los mareos del mar, son solo una parte de su historia en construcción.