El deshielo en la Antártida podría desencadenar erupciones volcánicas, advierten los científicos.

El deshielo en la Antártida podría desencadenar erupciones volcánicas, advierten los científicos.

Los científicos advierten que el derretimiento del hielo antártico podría aumentar la actividad volcánica, revelando un vínculo peligroso entre el cambio climático y la geología.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

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En una revelación impactante subrayada por investigaciones recientes, los científicos están sonando la alarma sobre el potencial aumento de la actividad volcánica en la Antártida a medida que las capas de hielo del continente continúan derritiéndose. Bajo la vasta extensión helada de la Antártida se encuentran más de un centenar de volcanes, cuyos destinos están intrínsecamente ligados al peso del hielo que presiona sobre ellos. A medida que el cambio climático acelera el derretimiento de estas capas de hielo, los investigadores comienzan a comprender las implicaciones que esto podría tener en el paisaje volcánico subyacente. Durante años, la suposición de que la actividad tectónica, como los terremotos y las erupciones volcánicas, opera en gran medida de forma independiente de las condiciones superficiales ha sido una piedra angular de la ciencia geológica. Sin embargo, el continuo aumento de las temperaturas globales inducido por el ser humano está provocando una reevaluación de esta creencia, especialmente a la luz de nuevos hallazgos que sugieren una compleja interacción entre el derretimiento del hielo y la actividad volcánica. El estudio, liderado por Allie Coonin, una estudiante de doctorado en la Universidad de Brown, empleó modelado informático avanzado para examinar los efectos de la pérdida de hielo en el volcanismo asociado con la Capa de Hielo de la Antártida Occidental (WAIS). Esta región es de particular preocupación debido a su vulnerabilidad al colapso, sin embargo, su importancia geológica a menudo ha sido opacada por la inmensa escala del hielo que la cubre. La WAIS se sitúa sobre el Sistema de Rift de la Antártida Occidental (WARS), una de las provincias volcánicas más grandes del planeta, que comenzó a formarse hace millones de años. Las investigaciones indican que el inmenso peso de las capas de hielo puede comprimir el suelo debajo, afectando el comportamiento del magma en cámaras profundas. Los cambios de presión, ya sea por el derretimiento del hielo o por otros procesos geológicos, pueden llevar a rupturas en la corteza terrestre, creando caminos para que el magma escape. Los efectos en cascada de esta liberación de presión podrían ser graves, con el estudio sugiriendo que a medida que el hielo se derrite, incluso una reducción gradual en el peso podría aumentar la probabilidad de erupciones. Los autores del estudio enfatizan que la velocidad a la que se derrite el hielo juega un papel crítico en la determinación de la respuesta volcánica. Por ejemplo, si una capa de hielo de 1 kilómetro de grosor se derrite en 300 años, el aumento en la actividad volcánica podría resultar en la liberación de 50 millones de toneladas adicionales de material en comparación con un período más lento de 3,000 años. Este derretimiento acelerado no solo aumenta el riesgo de erupciones, sino que también contribuye a un ciclo de retroalimentación en el que la actividad volcánica libera calor, desestabilizando aún más el hielo por encima. Incluso si el calentamiento global se detuviera de inmediato, los investigadores advierten que las consecuencias de la descarga de hielo pasada persistirían durante siglos. El calor latente producido por las erupciones volcánicas podría agravar el derretimiento de la capa de hielo desde abajo, iniciando un ciclo de calentamiento y mayor derretimiento que podría aumentar la frecuencia e intensidad de las erupciones. Las implicaciones de estos hallazgos van más allá de la curiosidad geológica; subrayan una preocupación urgente sobre la interconexión entre el cambio climático y los procesos geológicos. A medida que las capas de hielo antárticas continúan retrocediendo, el potencial de que la actividad volcánica influya tanto en el medio ambiente como en los niveles del mar globales se vuelve más pronunciado. El estudio, publicado en la revista Geochemistry, Geophysics, Geosystems, sirve como un recordatorio de las complejidades de los sistemas de nuestro planeta y las formas en que las acciones humanas pueden repercutir en los paisajes naturales. La investigación destaca la necesidad urgente de un monitoreo continuo y una comprensión de los impactos geológicos del cambio climático. A medida que los científicos profundizan en la relación entre el derretimiento del hielo y la actividad volcánica, la esperanza es poder predecir y mitigar mejor los peligros potenciales que se avecinan. En una era en la que los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes, la perspectiva de despertar volcanes dormidos bajo el hielo antártico es un recordatorio contundente de las poderosas fuerzas que actúan bajo nuestros pies.

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