Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Un poderoso terremoto sacudió Nepal el sábado, resultando en una devastadora destrucción y un asombroso número de muertos que actualmente supera los 1,200. El sismo de magnitud 7.8 ocurrió justo antes del mediodía, causando estragos en una amplia región que incluye Nepal, India, Tíbet y Bangladés. Los informes iniciales indican al menos 1,130 fatalidades solo en Nepal, mientras que los países vecinos también experimentaron bajas: 34 en India, 12 en Tíbet y dos en Bangladés. Se espera que el número de víctimas aumente a medida que continúen los esfuerzos de rescate y se disponga de más información. Los testigos describieron escenas de terror y caos mientras la tierra temblaba violentamente, derrumbando hogares y edificios históricos por igual. En Katmandú, el terremoto destruyó la icónica torre Dharahara de nueve pisos, un importante hito, dejando tras de sí una escena de escombros y desesperación. Un fotógrafo de AFP informó sobre múltiples víctimas siendo recuperadas de los escombros, reflejando la destrucción generalizada que envolvió la ciudad. El terremoto no perdonó al mundialmente famoso Monte Everest, donde una avalancha desencadenada por los temblores sepultó partes del campamento base. Cientos de escaladores, tanto locales como internacionales, se habían reunido en el sitio al inicio de la temporada de escalada. El caos estalló mientras los montañistas buscaban refugio, obstaculizados por la nevada que complicaba los esfuerzos de rescate. La comunicación con el área sigue siendo esporádica, dejando a los funcionarios ansiosos por conocer el número exacto de víctimas y heridos entre los escaladores. La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja lanzó alarmas sobre la magnitud del desastre, que creen podría rivalizar con el catastrófico temblor que golpeó Nepal y Bihar en 1934. Las carreteras han sido severamente dañadas o bloqueadas por deslizamientos de tierra, dificultando el acceso a las comunidades rurales cercanas al epicentro, aproximadamente a 80 kilómetros de Katmandú. Jagan Chapagain, director de Asia/Pacífico de la IFRC, enfatizó la profunda preocupación de la organización por aquellos en aldeas remotas que siguen siendo inaccesibles debido a las líneas de comunicación caídas. Las operaciones de rescate se han complicado por las réplicas y la destrucción de la infraestructura. Han surgido informes de edificios colapsados, carreteras dañadas y el cierre temporal del único aeropuerto internacional del país mientras los funcionarios se apresuran a evaluar la magnitud total del desastre. El primer ministro de India, Narendra Modi, confirmó las evacuaciones de edificios en Nueva Delhi y ofreció asistencia en los esfuerzos de recuperación. A medida que las naciones de todo el mundo responden a la calamidad, Estados Unidos anunció que enviaría un equipo de respuesta a desastres a Nepal y asignaría un millón de dólares iniciales para esfuerzos de alivio inmediato. En Pakistán, el primer ministro Nawaz Sharif expresó su shock y simpatía por las víctimas de la tragedia, prometiendo apoyo inmediato y coordinación con las autoridades locales para abordar los daños. Nepal tiene un historial de actividad sísmica, y este terremoto sirve como un sombrío recordatorio de la vulnerabilidad de la región a los desastres naturales. El último terremoto significativo, un evento de magnitud 6.8 en 1988, cobró 721 vidas, mientras que un devastador sismo en 1934 resultó en más de 10,000 fatalidades. A medida que continúan los esfuerzos de rescate y aumenta el número de muertos, la comunidad internacional se solidariza con el pueblo de Nepal y sus vecinos, ofreciendo apoyo ante este abrumador desastre.