El aumento de sueldo de la familia real provoca indignación en medio de las dificultades presupuestarias de los servicios públicos.

En un desarrollo que ha suscitado un significativo escrutinio público, la familia real británica está a punto de recibir un considerable aumento de salario por parte del Tesoro del Reino Unido en 2025. La Subvención Soberana, que financia la monarquía, aumentará en más de 56 millones de dólares (45 millones de libras), llevando el total a más de 165 millones de dólares (132 millones de libras). Este aumento ha sido calificado de "escandaloso" por los críticos, particularmente en un momento en que el gobierno lucha por asignar fondos suficientes para servicios públicos esenciales, como escuelas, hospitales y policía. Graham Smith, director ejecutivo de Republic, un grupo de campaña que aboga por la abolición de la monarquía, expresó su indignación por el aumento en la financiación. "Este es dinero público, todo este dinero proviene del gobierno, en un momento en que el gobierno no puede financiar adecuadamente escuelas, hospitales, policía", declaró Smith. Su firme postura refleja un sentimiento creciente entre el público que siente que el apoyo financiero a la monarquía debería reducirse, no aumentarse. El Palacio indicó que una parte significativa de la nueva financiación se destinaría a las continuas renovaciones de 462 millones de dólares (369 millones de libras) del Palacio de Buckingham, que están programadas para completarse en 2027. Sin embargo, la cantidad exacta asignada para estas renovaciones sigue sin ser revelada. Este aumento salarial se produce tras el estreno del documental "El Rey, El Príncipe y Sus Millones Secretos", que planteó preguntas sobre los ingresos privados del Rey Carlos y del Príncipe Guillermo derivados de sus respectivos Ducados. El Ducado de Lancaster y el Ducado de Cornualles, que proporcionan ingresos significativos al monarca y al heredero, fueron objeto de escrutinio después de que se revelara que cobran alquiler al NHS, a las fuerzas armadas y a organizaciones benéficas. Esta revelación ha llevado al descontento público, lo que llevó a Smith a anunciar planes para una campaña para abolir los Ducados por completo. Los defensores de esta campaña argumentan que los Ducados, que son esencialmente grandes propiedades y estates, deberían contribuir al Tesoro del Reino Unido para el bien público en lugar de financiar las vidas privadas de los miembros de la familia real. En respuesta, representantes de ambos Ducados han mantenido su estatus privado, enfatizando que no reciben fondos públicos para sus operaciones y son auditados de forma independiente. El Ducado de Lancaster, en particular, está supervisado bajo la Ley de Tierras de la Corona de 1702, lo que permite al Rey beneficiarse de sus ingresos sin afectar el capital. En el último año financiero, el Ducado de Lancaster proporcionó al Rey Carlos 34.3 millones de dólares (27.4 millones de libras), mientras que el Ducado de Cornualles contribuyó con 29.5 millones de dólares (23.6 millones de libras) al Príncipe Guillermo. A pesar de las controversias financieras que rodean a la familia real, el Príncipe Guillermo ha sido vocal sobre su compromiso con la responsabilidad social a través de su gestión del Ducado de Cornualles, prometiendo inversiones destinadas a la sostenibilidad ambiental y al impacto social. También ha enfrentado críticas por su falta de transparencia respecto a los pagos de impuestos relacionados con los ingresos de la propiedad. A medida que la monarquía se prepara para este significativo aumento en la financiación, enfrenta una creciente presión del público y de grupos de defensa que cuestionan la alineación de las finanzas reales con las necesidades urgentes de la sociedad. A medida que se acerca 2025, este debate en curso podría impulsar más discusiones sobre el papel de la monarquía en la Gran Bretaña moderna y sus implicaciones financieras para los contribuyentes que la apoyan.