Etiopía enfrenta una emergencia mientras los terremotos provocan evacuaciones masivas y temores de erupciones.

Etiopía se encuentra actualmente en estado de emergencia, ya que el gobierno está evacuando a alrededor de 80,000 residentes en las regiones de Afar, Oromía y Amhara debido a una serie de terremotos que han suscitado temores de erupciones volcánicas. Desde el viernes, un total de al menos diez terremotos han sacudido diversas partes del país, siendo el último temblor de magnitud 5.8 y centrado en el distrito de Awash Fentale, un área conocida por su inestabilidad geológica. El Servicio Geológico de los Estados Unidos informó que este reciente terremoto ocurrió aproximadamente a 56 kilómetros al sureste de Ambosa en la madrugada del sábado. Los temblores han sido particularmente alarmantes para los residentes, afectando ciudades tan lejanas como la capital, Adís Abeba, y han causado daños visibles en viviendas de la región de Afar, sin que hasta ahora se hayan registrado víctimas. Sin embargo, la destrucción ha interrumpido la vida de muchos, obligándolos a buscar refugio fuera de sus hogares. Atalay Ayele, profesor de ciencia sísmica en la Universidad de Adís Abeba, enfatizó la creciente magnitud y frecuencia de estos eventos sísmicos, señalando que muchos de los terremotos anteriores han ocurrido en las mismas regiones durante los últimos meses. Los informes indican que se ha desarrollado un importante cráter de manantial caliente en la región de Afar, lo que indica una posible actividad volcánica. Esto ha llevado al gobierno a movilizar recursos y trabajadores de emergencia para evaluar los daños y monitorear de cerca los desarrollos. La Comisión de Gestión de Riesgos de Desastres de Etiopía ha informado que más de 51,000 residentes están en riesgo debido a la actividad sísmica en curso, con más de 13,000 ya reubicados en zonas más seguras. Se ha prestado atención específica a los más de 16,000 residentes en el distrito de Fentale, donde se están realizando esfuerzos concertados para garantizar su seguridad en medio de los temores persistentes de erupciones volcánicas. Los residentes locales han compartido experiencias desgarradoras sobre los terremotos. Zumara Mamo, de Abomsa, relató un momento aterrador cuando ella y su hijo fueron despertados abruptamente por los temblores, durante los cuales el impacto fue lo suficientemente fuerte como para desplazar los cristales de su hogar. De manera similar, los residentes del distrito de Fentale han informado que duermen afuera por miedo a las réplicas. A pesar de las circunstancias angustiosas, los funcionarios del gobierno han tranquilizado al público, asegurando que la situación está siendo monitoreada de cerca. Están instando a los ciudadanos a seguir las precauciones de seguridad y han destacado su compromiso de mejorar la resiliencia de la infraestructura ante tales peligros geológicos. Sin embargo, los expertos advierten que muchas estructuras existentes, particularmente en áreas urbanas como Adís Abeba, no cumplen con los códigos de construcción sísmica modernos, lo que plantea preocupaciones significativas de seguridad. Esayas Gebreyohannes, profesor asociado en el Instituto de Tecnología de la Universidad de Adís Abeba, señala que los códigos de construcción del país fueron actualizados por última vez en 1983 y requieren una revisión inmediata para abordar los desafíos de la construcción moderna. Afirma que muchos edificios en la capital presentan serios defectos de diseño debido a la mala adherencia a los estándares existentes, lo que podría agravar los riesgos que representan futuros terremotos. En respuesta a los riesgos sísmicos en curso, ingenieros del gobierno están desarrollando planes para reforzar los edificios públicos y están estudiando activamente la situación en evolución para garantizar que se implementen las medidas necesarias. La urgencia del asunto no puede subestimarse, ya que las ciudades etíopes están situadas en una región caracterizada por la actividad volcánica y sísmica activa. Mientras Etiopía navega por esta crisis natural, el enfoque sigue siendo salvaguardar la vida de sus ciudadanos y prepararse para cualquier desarrollo adicional en el paisaje geológico que pueda representar amenazas adicionales.