Santiago de Cuba enfrenta réplicas continuas mientras la comunidad se prepara para más temblores.

A raíz de un significativo terremoto de magnitud 6.1 que sacudió la provincia de Santiago de Cuba en la madrugada del 23 de diciembre, el Servicio Nacional de Sismología de Cuba reportó hasta la fecha un asombroso total de 437 réplicas. El evento sísmico, que se originó en el municipio de Guamá, ha mantenido a la región en alerta máxima mientras los residentes enfrentan las ramificaciones psicológicas y físicas de los temblores. Los temblores que siguieron al terremoto del 23 de diciembre han suscitado renovadas preocupaciones sobre la seguridad y la preparación en las áreas afectadas. Según una actualización compartida el 1 de enero a través del Portal de Facebook del CENAIS (Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas), el terremoto no fue un incidente aislado. Se informó que ha habido un sorprendente total de 8,842 réplicas de un evento sísmico previo ocurrido el 10 de noviembre, que registró magnitudes de 6.0 y 6.7. De estas, 140 fueron perceptibles para la población, lo que indica un patrón de aumento de actividad sísmica que ha dejado a muchos residentes inquietos. Si bien no se han registrado fatalidades tras el terremoto de diciembre, el impacto en la infraestructura ha sido significativo. Las viviendas y edificios públicos han sufrido daños considerables, y los servicios de emergencia están evaluando actualmente la magnitud de la destrucción. De particular preocupación son los deslizamientos de tierra y bloqueos que han comprometido las principales rutas de transporte, incluida la crucial carretera que conecta las provincias de Granma y Santiago de Cuba, que ha sido cerrada completamente debido a deslizamientos de tierra significativos. Las autoridades locales y los equipos de respuesta de emergencia están trabajando diligentemente para garantizar la seguridad de los residentes y restaurar el acceso a las áreas afectadas. Se sabe que el paisaje geológico del este de Cuba es susceptible a eventos sísmicos, y los expertos continúan enfatizando la importancia de la vigilancia continua y la preparación frente a estos desastres naturales. Mientras la región lidia con las secuelas de estos terremotos, se insta a la comunidad a permanecer alerta y adherirse a los protocolos de seguridad mientras continúan sintiéndose réplicas. Con los expertos advirtiendo que la actividad sísmica en la zona puede persistir, se alienta a los residentes a mantenerse informados y tomar las precauciones necesarias para protegerse a sí mismos y a sus familias en los días venideros.