La mansión maldita de Brittany Murphy vuelve al mercado por casi 18 millones

En el corazón de Hollywood Hills, donde el glamour y la tragedia se entrelazan, ha vuelto a ponerse en venta una propiedad que evoca tanto el lujo como el misterio: la denominada 'mansión maldita'. Esta residencia, ubicada en 1895 Rising Glen Road, se ha convertido en un objeto de fascinación no solo por su esplendor arquitectónico, sino también por las trágicas historias que han tenido lugar en su interior. Actualmente, se encuentra en el mercado por 17,995,000 dólares, un precio que refleja tanto su modernización reciente como su inquietante legado. Tras una renovación completa en 2024, la mansión ahora cuenta con 9,400 pies cuadrados de diseño contemporáneo, incluyendo cinco amplias habitaciones y ocho baños y medio. Sin embargo, los lujos que ofrece la casa no logran desdibujar la sombra de su oscuro pasado. Brittany Murphy, la talentosa actriz que marcó la industria del cine, compró la propiedad en 2003 y vivió allí hasta su trágica muerte en 2009, un evento que dejó una profunda huella en la historia de la mansión. Antes de que Murphy hiciera de la casa su hogar, la cantante Britney Spears también habitó en esta residencia. Según relatos de su ex maquilladora, Spears comenzó a experimentar fenómenos extraños que la llevaron a abandonar el lugar, convencida de que algo sobrenatural acechaba en sus muros. Estas anécdotas han mantenido viva la leyenda de la mansión, elevando su perfil entre aquellos interesados en el mundo del espectáculo y lo paranormal. La muerte de Brittany Murphy a los 32 años, ocurrida de manera repentina en el baño de la mansión, fue un evento trágico que conmocionó a sus seguidores. A tan solo cinco meses de su fallecimiento, su esposo Simon Monjack también perdió la vida en el mismo lugar, generando una ola de especulaciones sobre las condiciones de la casa. Aunque se citó un posible moho tóxico como causa de estas muertes, los informes forenses desestimaron esta teoría, dejando espacio para el misterio y la especulación. La madre de Murphy decidió vender la propiedad en 2011 por un precio significativamente inferior al de mercado, a solo 2.7 millones de dólares, en un aparente intento de borrar las sombras del pasado. Sin embargo, el aura de tragedia que rodea la mansión ha sido difícil de eliminar, incluso después de su renovación. Los actuales propietarios han invertido en remodelaciones que han transformado el espacio en una residencia de lujo, pero los ecos de su historia continúan resonando, afectando el interés de posibles compradores. A pesar de las mejoras realizadas, muchos de los visitantes y agentes inmobiliarios no pueden evitar recordar la oscura historia de la propiedad. Los rumores y las leyendas que han perdurado a lo largo de los años han creado un dilema: ¿puede una casa ser completamente renovada y, sin embargo, seguir siendo un lugar cargado de energía negativa? Esta pregunta es recurrente en las conversaciones sobre la mansión y su futuro en el mercado. Katie O'Grady, una actriz que trabajó con Murphy en su última película, ha compartido sus recuerdos sobre la fragilidad de la actriz en sus últimos días. Estas memorias, junto con el trágico destino de Murphy y Monjack, refuerzan el interés persistente por la propiedad, que se ha convertido en un símbolo de las complejas historias humanas que habitan la industria del entretenimiento. Con un diseño moderno y lujoso, la mansión busca atraer a compradores que valoren la exclusividad y el confort. Sin embargo, el peso de su historia puede ser un obstáculo difícil de superar. A medida que las autoridades y los agentes inmobiliarios intentan promover la propiedad como un estilo de vida sofisticado, el pasado oscuro sigue siendo un tema recurrente en la narrativa de la casa. En un mundo donde las celebridades y sus historias a menudo se entrelazan con la fascinación del público, la 'mansión maldita' de Brittany Murphy representa un enigma. La combinación de su esplendor arquitectónico y su legado trágico continúa cautivando a muchos, convirtiendo la búsqueda de un nuevo propietario en una historia tan intrigante como las vidas que una vez habitaron sus espacios. La mansión, ahora renovada pero siempre marcada por su historia, permanece como un recordatorio de que en Hollywood, el glamour a menudo va de la mano con la tragedia.