Juan Brignardello Vela
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Lee Edwards, una figura clave en el movimiento conservador moderno, falleció el 12 de diciembre a la edad de 92 años tras luchar contra un agresivo cáncer de páncreas. Edwards, un "conservador de cuna" autodenominado, se desempeñó como el historiador no oficial del conservadurismo en los Estados Unidos, destacando las narrativas de figuras prominentes como Ronald Reagan y Barry Goldwater a través de sus extensos escritos. Nacido el 1 de diciembre de 1932 en Chicago, Edwards creció en una familia políticamente activa. Su padre fue un conocido reportero político para el Chicago Tribune, donde estableció conexiones con figuras políticas notables como Joseph McCarthy y Richard Nixon. Esta exposición temprana a la política influyó enormemente en la carrera de Edwards, llevándolo a participar en desarrollos significativos dentro del movimiento conservador. Como miembro fundador de Young Americans for Freedom, una organización juvenil conservadora, Edwards fue fundamental en la elaboración de la Declaración de Sharon, un manifiesto que establecía los principios fundamentales del conservadurismo estadounidense, incluyendo la libertad individual y los mercados libres. Su papel editorial en la revista de la organización, The New Guard, le permitió defender ideologías conservadoras mientras criticaba a los republicanos liberales. En 1964, Edwards se desempeñó como director adjunto de relaciones públicas para la campaña presidencial de Barry Goldwater. A pesar de la significativa derrota de Goldwater ante Lyndon B. Johnson, Edwards consideró la campaña como un momento fundamental para el movimiento conservador, afirmando que sentó las bases para los éxitos posteriores de Ronald Reagan. Su libro, "Goldwater: The Man Who Made a Revolution," presentó un relato equilibrado de la vida y los ideales de Goldwater, abogando por una perspectiva que reconociera el impacto a largo plazo de su candidatura. A lo largo de su carrera, Edwards escribió más de una docena de libros, muchos de los cuales consideraba lecturas esenciales sobre la historia del conservadurismo moderno. Sus biografías de conservadores prominentes como Goldwater y Edwin Meese III demostraron su dedicación a preservar y promover los legados de estas figuras. Sin embargo, su trabajo a menudo recibió críticas por ser excesivamente favorable, con algunos reseñadores etiquetando sus escritos como "historia de la corte." Las contribuciones de Edwards se extendieron más allá de la escritura; estuvo activamente involucrado en la formación del pensamiento y la política conservadora. Desempeñó un papel significativo en la redacción del "Mandato para el Liderazgo," un esbozo de políticas adoptado por la administración Reagan, que sigue influyendo en las estrategias conservadoras de hoy a través de iniciativas como el Proyecto 2025. En sus últimos años, Edwards hizo la transición a la academia, obteniendo un doctorado en política mundial y sirviendo como profesor adjunto. También cofundó la Fundación Memorial de las Víctimas del Comunismo, que erigió un monumento en Washington para honrar a aquellos que sufrieron bajo regímenes comunistas. A pesar de su prolífica producción, Edwards a menudo expresaba frustración por el reconocimiento limitado que su trabajo recibía en los medios de comunicación convencionales, creyendo que su asociación con el movimiento conservador conducía a sesgos en cómo se percibían sus escritos. Se mantuvo fiel a sus creencias a lo largo de su vida, buscando inspirar a las futuras generaciones de conservadores con una narrativa que enfatizaba la justicia de su causa. Edwards deja atrás a su hija Elizabeth Edwards Spalding y 11 nietos, dejando un legado como historiador que no solo documentó el movimiento conservador moderno, sino que también participó activamente en su evolución. La obra de su vida continúa resonando dentro de los círculos conservadores, asegurando que las historias y principios que defendió perduren por muchos años más.