Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En el corazón de Bridport, una historia notable de ingenio y sanación se remonta a finales del siglo XVIII. Giles Roberts, nacido el 21 de abril de 1766 en el Ship Inn—un lugar ahora conocido como Bridport Arms—se transformó de un humilde trabajador de pub en una de las figuras médicas más célebres de la ciudad. A pesar de no contar con calificaciones formales, Roberts persiguió su pasión por la medicina, convirtiéndose eventualmente en un químico local en 1788. Su primera incursión en el campo médico fue recibida con escepticismo, ya que había obtenido una licencia para realizar varios procedimientos médicos, incluyendo la sangría, la extracción de dientes y la cauterización de heridas. Sin embargo, la confianza que ganó de sus pacientes lo impulsó a ampliar sus conocimientos. En un giro significativo de los acontecimientos en 1794, los habitantes locales se unieron para recaudar fondos que permitieran a Roberts estudiar en los hospitales Guys y St Thomas en Londres. Su regreso con credenciales médicas legítimas tranquilizó a la comunidad, silenciando a los críticos y permitiéndole expandir su práctica. Roberts estableció un laboratorio en Bridport donde interactuó con el público a través de conferencias científicas y experimentos. Este ambiente de innovación llevó a la creación de "El Amigo del Hombre Pobre", un ungüento patentado que comenzó a vender en 1798. Con un estilo de marketing que sería admirado hoy en día, hizo afirmaciones extravagantes sobre las capacidades del ungüento, asegurando que era una "cura segura" para una multitud de afecciones, incluyendo piernas ulceradas, quemaduras, escaldaduras e incluso tumores cancerosos. Su destreza promocional garantizó que la popularidad del ungüento aumentara, convirtiéndose en un producto básico en los hogares durante más de un siglo. La receta secreta de "El Amigo del Hombre Pobre", ahora preservada en el Museo de Bridport, revela una mezcla de grasa de cerdo, cera de abejas y pequeñas cantidades de plomo, bismuto y óxido de zinc, con aceites de rosa y lavanda añadidos para fragancia. Si bien los farmacéuticos modernos reconocen que algunos de sus componentes podrían haber proporcionado beneficios terapéuticos, la inclusión de plomo y mercurio lo haría inadecuado para el uso medicinal contemporáneo. El nombre en sí fue un golpe de genio, resonando profundamente con las comunidades rurales que veneraban el ungüento por su supuesta efectividad. Su fama se extendió más allá de las fronteras de Bridport, ya que los emigrantes llevaron el producto a tierras distantes como Australia, Sudáfrica y Canadá, donde todavía se descubren restos del embalaje del ungüento hoy en día. Tras la muerte de Roberts en 1834, su legado continuó cuando sus aprendices, Beach y Barnicott, tomaron el control de la producción del ungüento. Esta línea de artesanía persistió hasta 1903, cuando Edgar Beach asumió el mando, continuando la producción hasta 1946. Incluso hasta 1965, Beach & Co aún atendían solicitudes de todo el mundo, subrayando el impacto duradero de la creación de Roberts. Hoy en día, Giles Roberts es recordado con cariño en Bridport, no solo como un químico, sino como el visionario detrás de "El Amigo del Hombre Pobre". Su historia, entrelazada con la historia de la ciudad, sirve como un testimonio del espíritu innovador de un hombre que, contra todo pronóstico, encontró una manera de sanar a su comunidad. Esta narrativa, junto con muchas otras, se puede explorar en detalle en "Quirky Bridport", una publicación disponible en el Museo de Bridport, donde los ecos del legado de Roberts continúan inspirando.