Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Un trágico incidente se desarrolló en Vanuatu el martes cuando un poderoso terremoto de magnitud 7.3 golpeó la nación insular del Pacífico, resultando en la muerte de un nacional tailandés y lesiones a tres personas más. Según el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Nikorndej Balankura, el terremoto ocurrió aproximadamente a 30 kilómetros de la capital, Port Vila, y fue seguido por un seísmo de magnitud 5.5, lo que agravó los daños infligidos en la región. El fallecido fue identificado como un nacional tailandés, mientras que las tres personas que sufrieron lesiones se reportan en proceso de recuperación. En respuesta al incidente, la Embajada Real de Tailandia en Canberra se ha puesto en contacto con la comunidad tailandesa local y las autoridades pertinentes para informar a las familias de los afectados. Actualmente, alrededor de 40 nacionales tailandeses residen en Vanuatu, y algunos ya han regresado a Tailandia tras el desastre. En medio del caos, no ha habido informes de escasez de alimentos o agua, y la embajada ha prometido continuar apoyando a la comunidad mientras navegan por las secuelas del terremoto. Sin embargo, el impacto más amplio del temblor ha sido severo, con la oficina de Gestión de Desastres Nacional confirmando al menos 14 muertes, incluyendo a cuatro personas atrapadas en un edificio colapsado. Con más de 200 personas reportadas como heridas, la policía local ha instalado carpas de triaje fuera del hospital de Port Vila para acomodar el flujo de pacientes que buscan atención médica. La situación humanitaria es grave, con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas estimando que aproximadamente 116,000 personas, o un tercio de la población de Vanuatu, han sido afectadas por el desastre. La comunidad internacional ha comenzado a responder, y Australia ha intensificado su ayuda para restaurar las operaciones en el aeropuerto internacional de Port Vila, que ha sido cerrado a vuelos comerciales debido a daños estructurales causados por el terremoto. En un comunicado, la Ministra de Relaciones Exteriores de Australia, Penny Wong, aseguró que se proporcionará ayuda adicional según sea necesario, enfatizando el compromiso de Australia de apoyar a Vanuatu en el proceso de recuperación. Tras el terremoto, alrededor de 150 ciudadanos australianos fueron evacuados en dos aeronaves que también entregaron asistencia vital a la región afectada. Vanuatu, situado en el volátil 'Cinturón de Fuego del Pacífico', es uno de los países más vulnerables a desastres naturales y eventos climáticos extremos. A medida que se desarrollan los esfuerzos de recuperación y la situación continúa evolucionando, el enfoque sigue en proporcionar asistencia inmediata a los afectados mientras se preparan para los desafíos a largo plazo que se avecinan en la reconstrucción de la comunidad.