Operaciones de rescate intensificadas en Vanuatu tras el mortal terremoto de magnitud 7.3.

Las operaciones de rescate se están intensificando en Vanuatu tras un devastador terremoto de magnitud 7.3 que golpeó Port Vila el martes, resultando en la trágica pérdida de al menos 14 vidas. El terremoto, que fue seguido por importantes réplicas, incluyendo un temblor de magnitud 5.2 el jueves, ha dejado a muchos atrapados bajo los escombros de edificios colapsados, lo que ha provocado esfuerzos de rescate urgentes. Un equipo especializado compuesto por bomberos, médicos voluntarios e ingenieros fue enviado para ayudar en las labores posteriores al desastre, equipado con 10 toneladas de equipo esencial. Sin embargo, su llegada se retrasó cuando su aeronave, un modelo más antiguo de Hercules, emitió una advertencia de incendio en el motor, lo que obligó a desviar el vuelo hacia Noumea en Nueva Caledonia. Desde entonces, la Fuerza de Defensa de Nueva Zelanda ha organizado un segundo avión para recuperar al equipo y transportarlo a Vanuatu hoy. También se han programado vuelos adicionales, incluyendo un nuevo Hercules que lleva personal de asuntos exteriores y un Boeing 757 designado para la evacuación de turistas varados. A medida que continúan los esfuerzos de rescate, el enfoque principal sigue siendo salvar vidas. Al llegar, el equipo planea desplegar drones para evaluar la magnitud de los daños y localizar a aquellos que aún están atrapados. "Sé que todos están haciendo lo mejor que pueden para ayudar a nuestra gente en el país", dijo Nally de la Fuerza de Defensa de Nueva Zelanda. Subrayó la importancia de mantener la calma durante los esfuerzos de rescate, destacando la experiencia del equipo en la respuesta a tales crisis. El experimentado equipo de rescate está compuesto por bomberos entrenados en búsqueda y rescate urbano, ingenieros, un médico y un doctor, muchos de los cuales han participado anteriormente en operaciones de recuperación, incluyendo las de Christchurch después de un devastador terremoto. Fire and Emergency New Zealand (FENZ) está preparado para apoyar a Vanuatu durante hasta 14 días, enfatizando su compromiso con el proceso de rescate y recuperación. Estimaciones locales del presidente del Vanuatu Business Resilience Council, Glen Craig, sugieren que el número de muertos podría aumentar a entre 20 y 25, ya que los rescatistas aún están tratando de determinar cuántas personas se encontraban dentro de diversas estructuras colapsadas. La situación es particularmente grave en la ciudad central, donde dos edificios han sufrido fallas estructurales, incluyendo un edificio de dos pisos con personas atrapadas en su interior. Desafortunadamente, el edificio de cinco pisos que también colapsó está más allá de la capacidad de los equipos de rescate locales para manejar. Craig compartió los desafíos que enfrentan las autoridades locales, afirmando: "Estamos tratando de hacer todo lo que podemos. No estamos preparados para que un edificio colapse - y es devastador desde ese punto de vista." La urgencia del asunto se ve agravada por el hecho de que el edificio de la Alta Comisión de Nueva Zelanda estaba entre los que colapsaron, dejando a sus ocupantes increíblemente afortunados de haber sobrevivido. Se necesita apoyo médico urgentemente, ya que los hospitales locales luchan por hacer frente al aumento de pacientes heridos. Aunque la electricidad ha sido restaurada, la comunicación sigue siendo un desafío significativo, obstaculizando los esfuerzos de coordinación en las operaciones de rescate. Mientras el mundo observa, los esfuerzos combinados de los respondientes locales e internacionales son cruciales para superar este desastre y ayudar a aquellos afectados por el devastador terremoto en Vanuatu.