Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Los esfuerzos de rescate están en marcha en Vanuatu, tras un devastador terremoto de magnitud 7.3 que golpeó la isla principal el martes por la tarde, dejando al menos 14 muertos y muchos más atrapados bajo los escombros de edificios colapsados. El terremoto ocurrió a las 12:47 p.m. hora local, provocando deslizamientos de tierra y daños extensos en la capital, Port Vila, y más allá. En la secuela del terremoto, equipos de rescate compuestos por policías, médicos, voluntarios capacitados y excavadoras han estado trabajando incansablemente durante la noche para localizar sobrevivientes. Un residente, Michael Thompson, informó que los rescatistas habían recuperado con éxito a tres personas de una tienda de tres pisos que había sido aplastada, pero, trágicamente, uno de los rescatados no sobrevivió. La urgencia de la situación se subrayó por los sonidos de personas pidiendo ayuda desde debajo de los escombros, mientras los rescatistas utilizaban maquinaria pesada como martillos neumáticos y sierras de concreto para intentar llegar a ellos. Thompson describió la desgarradora escena, señalando la cantidad significativa de escombros y la precariedad de las vigas de concreto que habían caído. Expresó un rayo de esperanza, afirmando que los rescatistas podían oír a tres personas señalando que estaban vivas, a pesar de estar atrapadas bajo "toneladas y toneladas" de escombros. El terremoto ha causado importantes daños estructurales en toda la ciudad, con al menos diez edificios gravemente afectados, incluido el hospital principal. Los informes indican que se han producido múltiples deslizamientos de tierra, bloqueando carreteras y destruyendo reservas de agua críticas para el suministro de la ciudad. El aeropuerto local actualmente no está operativo, pero permanece abierto para la ayuda humanitaria; mientras tanto, las telecomunicaciones se han visto gravemente interrumpidas, con servicios móviles e internet funcionando de manera intermitente. La asistencia internacional ha comenzado a llegar, con Australia y Nueva Zelanda enviando equipos médicos y personal de rescate para apoyar los esfuerzos locales. La oficina de gestión de desastres de Vanuatu confirmó el número de muertos, que incluye víctimas del hospital de Port Vila, un deslizamiento de tierra y la tienda colapsada. Trágicamente, entre los fallecidos se encuentran dos ciudadanos chinos, según informó el embajador chino en Vanuatu. A medida que continúa la operación de rescate, las Naciones Unidas han estimado que hasta 116,000 personas podrían verse afectadas por las secuelas del terremoto. Las organizaciones humanitarias y las autoridades locales enfrentan desafíos para acceder a las áreas más afectadas debido a los extensos daños y la inestabilidad del terreno. Los temblores del terremoto inicial se han visto agravados por una serie de réplicas, lo que añade ansiedad y urgencia a la situación. Las fotos del lugar revelan un paisaje de destrucción, con edificios colapsados y escombros esparcidos por las calles, mientras los residentes lidian con la realidad del desastre. Vanuatu, ubicado en el Anillo de Fuego del Pacífico, no es ajeno a los desastres naturales. El país se encuentra entre los más vulnerables del mundo a tales eventos, lo que resalta la necesidad crítica de estrategias robustas de preparación y respuesta ante desastres. A medida que los esfuerzos de rescate persisten, la solidaridad de la comunidad de Vanuatu, junto con el apoyo internacional, será vital en los días y semanas venideros mientras navegan por las secuelas de este trágico evento.