Vanuatu enfrenta devastación tras un terremoto de magnitud 7.3 que cobra vidas y hogares.

Vanuatu enfrenta devastación tras un terremoto de magnitud 7.3 que cobra vidas y hogares.

Un terremoto de magnitud 7.3 sacudió Vanuatu, causando 14 muertes y daños extensos en Port Vila. Los esfuerzos de rescate continúan en medio del caos.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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En las primeras horas del 17 de diciembre, un devastador terremoto de magnitud 7.3 sacudió la costa de Vanuatu, dejando la ciudad capital de Port Vila en ruinas. Los temblores, sentidos en todo el archipiélago del Pacífico Sur, han cobrado al menos 14 vidas, y los informes indican que la cifra podría aumentar a medida que continúan los esfuerzos de rescate en medio del caos. Los relatos de testigos ofrecen detalles desgarradores de la destrucción. El residente local Milroy Cainton capturó imágenes de las secuelas, revelando un paisaje marcado por edificios colapsados y escombros esparcidos por las calles. Un incidente particularmente trágico involucró a un edificio en la Ruta a Mele, que se derrumbó sobre los empleados que trabajaban en su interior. “Hasta ahora, nadie ha sido rescatado debido al paso muy difícil y la falta de equipo y personal especializado”, informó Cainton, destacando los desafíos que enfrentan los equipos de rescate. Además, la situación se ha visto agravada por daños en la infraestructura, incluyendo el colapso de un tanque de agua de 3,000 litros que trágicamente cayó sobre una mujer, cuyo familia más tarde descubrió su cuerpo sin vida entre los escombros. Este incidente, aunque aún no confirmado por fuentes oficiales, subraya la magnitud de la tragedia humana que se ha desatado tras el desastre. La Oficina Nacional de Gestión de Desastres está activamente involucrada en abordar las secuelas del terremoto, confirmando que más de 200 personas están recibiendo tratamiento por diversas lesiones. La respuesta de emergencia ha sido rápida, con el gobierno declarando un estado de emergencia por siete días e imponiendo un toque de queda de 6 PM a 6 AM para ayudar a mantener el orden y facilitar las operaciones de rescate. A medida que el polvo se asienta y el impacto inicial comienza a desvanecerse, el pueblo de Vanuatu se enfrenta a la devastación que ha afectado hogares, negocios y vidas. Las comunidades se están uniendo para apoyarse mutuamente durante este difícil momento, y las organizaciones de ayuda se están movilizando para proporcionar asistencia de cualquier manera posible. Las autoridades están instando a los residentes a mantenerse alerta y a cooperar con los servicios de emergencia mientras trabajan incansablemente para navegar a través de la destrucción. Los próximos días serán críticos no solo para la recuperación, sino para entender la magnitud total del impacto del terremoto en la nación. La resiliencia del pueblo de Vanuatu está siendo puesta a prueba, pero como ha demostrado la historia, tienen la fuerza para levantarse de la adversidad.

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