Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Un poderoso terremoto golpeó el país insular del Pacífico, Vanuatu, el martes, causando una destrucción significativa en la capital, Port Vila. El sismo de magnitud 7.3, que ocurrió a una profundidad de 35 millas frente a la costa de Efate, ha dejado a la nación en un estado de shock, con informes de fallecidos y daños extensos en la infraestructura, incluido el edificio que alberga la embajada de EE. UU. Los testigos describieron el terremoto como el más violento que jamás habían experimentado. Dan McGarry, un periodista que ha vivido en Vanuatu durante más de dos décadas, relató el caos que siguió. "Fue el terremoto más violento que he experimentado en mis 21 años viviendo en Vanuatu y en las Islas del Pacífico. He visto muchos terremotos grandes, pero nunca uno como este," dijo a Reuters. Según informes policiales, al menos una persona ha sido confirmada como fallecida, mientras que otros han sufrido lesiones y están siendo atendidos en hospitales locales. La embajada de EE. UU. en Papúa Nueva Guinea informó que la embajada en Vanuatu sufrió "daños considerables" y permanecerá cerrada hasta nuevo aviso. Imágenes compartidas en redes sociales por residentes locales mostraron el primer piso del edificio, que también albergaba la embajada francesa, completamente aplastado. Michael Thompson, un residente que fue testigo de la devastación, declaró que "los tres pisos superiores aún se mantienen, pero han caído," y expresó su preocupación por la seguridad de cualquier persona que pudiera haber estado dentro en el momento del terremoto. El relato de Thompson fue corroborado por otros lugareños, quienes informaron haber visto cuerpos en las calles y expresaron temores de que se hubieran perdido más vidas debido al impacto del terremoto. Señaló que un deslizamiento de tierra había cubierto un autobús en una de las carreteras, indicando más víctimas. El sismo también provocó el colapso de al menos dos puentes y perturbó las redes móviles, complicando los esfuerzos de rescate. Tras el terremoto, los servicios de emergencia se han movilizado para las operaciones de rescate, aunque se está buscando apoyo de agencias internacionales para evacuaciones médicas y personal de rescate calificado. Imágenes de video verificadas por AFP mostraron a rescatistas uniformados trabajando diligentemente entre los escombros de los edificios dañados, mientras las calles de Port Vila estaban llenas de escombros. La respuesta inmediata de los países vecinos ha sido de preocupación. El Ministro de Relaciones Exteriores de Nueva Zelanda, Winston Peters, condenó el impacto del terremoto y reconoció que la Alta Comisión de Nueva Zelanda, también ubicada en el edificio dañado, sufrió daños significativos. Mientras la nación lidia con las secuelas, la ubicación geográfica de Vanuatu en el Anillo de Fuego del Pacífico lo hace particularmente vulnerable a la actividad sísmica. El Informe Mundial de Riesgo reconoce a Vanuatu como uno de los países más susceptibles a desastres naturales, incluidos terremotos, tormentas, inundaciones y tsunamis. Aunque se emitió brevemente una alerta de tsunami tras el sismo, fue levantada poco después, aliviando los temores de desastres adicionales. A medida que se disponga de más información, la magnitud de la destrucción y el impacto humano aún deben ser plenamente evaluados. El camino hacia la recuperación será, sin duda, un desafío mientras Vanuatu navega por las repercusiones de este devastador terremoto.