Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El reciente malestar en el volcán Kanlaon en Negros Occidental ha provocado una crisis humanitaria significativa, con más de 16,000 personas desplazadas en medio de crecientes preocupaciones sobre una posible erupción violenta. Según el Consejo Nacional de Reducción de Riesgos de Desastres y Gestión (NDRRMC), la situación se ha agravado drásticamente, afectando a un total de 43,970 personas o 10,784 familias en 26 barangays en las regiones de Visayas Central y Occidental. A partir del 16 de diciembre de 2024, el informe destaca que aproximadamente 4,278 familias, que suman 13,748 personas, están actualmente residiendo en centros de evacuación, mientras que otras 2,366 personas, que representan a 694 familias, han optado por buscar refugio con familiares. La necesidad de asistencia es urgente; casi 10,000 familias han solicitado apoyo gubernamental en medio de este desastre natural. En respuesta a la crisis, se han distribuido más de 29 millones de pesos en alimentos y artículos de ayuda no alimentaria a la población afectada, subrayando la necesidad urgente de asistencia continua. Áreas como las ciudades de Bago y La Carlota, junto con los municipios de La Castellana, Moises Padilla, Murcia, Pontevedra y San Carlos, han sido identificadas como algunas de las más afectadas, lo que ha llevado a la declaración de un estado de calamidad. De manera similar, la ciudad de Canlaon en Negros Oriental enfrenta desafíos significativos debido a la actividad volcánica en curso. El Grupo de Trabajo Kanlaon ha impuesto medidas de evacuación obligatorias dentro de la zona de peligro permanente de 6 kilómetros que rodea el volcán, enfatizando la importancia de la seguridad para los residentes. La Oficina de la Defensa Civil de Visayas Occidental ha emitido advertencias severas, instando a aquellos que permanecen en la zona a cumplir con las órdenes de evacuación para mitigar los riesgos asociados con posibles re-erupciones o un evento de erupción aún más catastrófico. Se han establecido controles fronterizos en varios puntos de acceso a la zona de peligro, con regulaciones que permiten a las personas desplazadas internamente entrar y salir del perímetro de 6 km solo durante las horas designadas de 6 a.m. a 4 p.m. Esta medida tiene como objetivo garantizar la seguridad de los residentes mientras se facilita el movimiento de los afectados. En las últimas 24 horas, el Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs) ha reportado 12 terremotos volcánicos asociados con el volcán Kanlaon. Además, el volcán ha emitido la asombrosa cantidad de 6,535 toneladas de dióxido de azufre y ha liberado una columna de humo que se eleva a 75 metros, lo que indica un continuo malestar volcánico. La edificación del volcán sigue inflada, lo que genera alarmas sobre la posibilidad de una mayor actividad. A medida que la situación continúa evolucionando, la comunidad se enfrenta a la incertidumbre y la urgente necesidad de medidas de respuesta integral ante desastres. La resiliencia de las familias afectadas será puesta a prueba, mientras navegan por los desafíos que plantea este desastre natural con la esperanza de regresar a la normalidad en un futuro cercano.