Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una rápida respuesta a la crisis tras la erupción del Monte Kanlaon, el Departamento de Bienestar Social y Desarrollo (DSWD) ha anunciado la asignación de 2 mil millones de pesos en ayuda de emergencia para apoyar a las comunidades severamente afectadas por este desastre natural. Hasta el sábado, más de 42,000 personas han sido desplazadas, con muchos buscando refugio en centros de evacuación mientras la erupción causa estragos en las regiones de Visayas Occidental y Central. La erupción ha interrumpido la vida de más de 10,000 familias en 25 barangays, obligando a los residentes a abandonar sus hogares en busca de seguridad. La Secretaria Asistente del DSWD, Irene Dumlao, enfatizó la urgencia de la situación, afirmando que la agencia está trabajando en estrecha colaboración con las unidades de gobierno local para garantizar la entrega oportuna de ayuda y protección para los afectados. "Estamos enfocados en la coordinación y gestión de campamentos, especialmente para proporcionar espacios seguros para mujeres y niños en los centros de evacuación", señaló Dumlao, destacando el compromiso del DSWD con el bienestar de las poblaciones vulnerables en esta crisis. El fondo de emergencia integral comprende varios componentes, incluyendo 92.2 millones de pesos en fondos de reserva disponibles en las oficinas centrales y de campo del DSWD. Además, el fondo asigna 1.1 mil millones de pesos para paquetes de alimentos familiares para satisfacer las necesidades nutricionales inmediatas de las familias desplazadas, junto con 891 millones de pesos destinados a otros artículos esenciales de alimentos y no alimentos. Hasta ahora, el DSWD, en colaboración con sus socios, ha entregado con éxito más de 14.7 millones de pesos en ayuda humanitaria tras la erupción. Más allá de los esfuerzos de ayuda inmediata, Dumlao indicó que el DSWD está realizando una evaluación rápida de daños para medir la magnitud de la destrucción y determinar qué intervenciones adicionales pueden ser necesarias. Esta evaluación es crucial para adaptar la asistencia, particularmente para los agricultores que pueden haber perdido sus medios de vida debido a la erupción. "Una vez que obtengamos los datos, eso sería la base para que el departamento determine qué intervención apropiada. Podemos ofrecer trabajo por dinero, asistencia a individuos en situaciones de crisis, o transferencias de efectivo de emergencia", explicó. A medida que la situación continúa desarrollándose, el DSWD se compromete a abordar las necesidades de las familias afectadas, asegurando que reciban no solo ayuda inmediata, sino también apoyo a largo plazo para reconstruir sus vidas tras este devastador evento. La colaboración entre las agencias gubernamentales y las unidades locales es esencial en este momento desafiante, ya que trabajan codo a codo para navegar las repercusiones de la erupción y proporcionar esperanza y alivio a quienes lo necesitan.