Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Varias residencias de ancianos operadas por la familia Mangione en Maryland, particularmente los Centros de Enfermería y Rehabilitación Lorien, están bajo escrutinio tras alarmantes informes del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) que indican un patrón de abuso y violaciones de salud. Estos hallazgos, publicados en abril y julio, arrojan luz sobre incidentes preocupantes que generan inquietudes sobre el cuidado proporcionado a los residentes vulnerables. Los informes del HHS detallan una serie de acusaciones de mala conducta en las instalaciones de Lorien ubicadas en Bel Air y Columbia. Entre los casos más graves destacados se encuentra un incidente que involucró a una asistente de enfermería geriátrica (GNA) en la ubicación de Bel Air, quien supuestamente mostró un comportamiento abusivo hacia los residentes. Específicamente, se acusó a una GNA que no había completado su capacitación anual sobre abuso desde 2020 de lanzar un timbre de llamada a un residente y reprender a otro por buscar ayuda. Una investigación adicional reveló que esta misma GNA trató a otro residente con falta de cuidado, girándolo de manera brusca suficiente como para causar incomodidad visible, lo que llevó a una evaluación médica. El informe de julio presentó una imagen igualmente angustiante en la ubicación de Columbia de Lorien. Los inspectores encontraron que los miembros del personal no habían garantizado que los residentes fueran tratados con la dignidad y el respeto que merecen. Un residente fue descubierto sin ropa y esperando asistencia durante casi 40 minutos, lo que plantea serias preocupaciones sobre la dotación adecuada de personal y la capacidad de respuesta del cuidado en la instalación. Además, el entorno físico de la residencia de ancianos fue objeto de escrutinio. Los encuestadores señalaron condiciones inseguras e insalubres, con evidencia de negligencia, como azulejos del techo caídos y áreas descoloridas en los baños de los residentes. Estos informes no son casos aislados; reflejan un problema sistémico dentro de la red de Servicios de Salud Lorien, que opera nueve ubicaciones en Maryland. La organización, fundada por los abuelos de Luigi Mangione, ha enfrentado múltiples multas por violaciones en los últimos años. Justo el pasado junio, Lorien Health Services llegó a un acuerdo con el gobierno federal, aceptando pagar más de $55,000 por retener pagos en exceso, además de otras multas por deficiencias de salud en sus instalaciones. El reciente arresto de Luigi Mangione en Pennsylvania por cargos relacionados con el asesinato del CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson, ha añadido más notoriedad al nombre de la familia, pero la preocupación central sigue siendo la calidad de atención que se brinda a los residentes en sus residencias de ancianos. La historia de la familia en la industria de la salud, marcada por afirmaciones de proporcionar un alto estándar de vida para los residentes a través de comodidades como comidas estilo restaurante y programas de actividades, ahora está ensombrecida por estas graves acusaciones de negligencia y abuso. A medida que continúan las investigaciones, las familias con seres queridos en estas instalaciones se quedan preguntándose sobre la seguridad y el bienestar de sus familiares. Los informes subrayan una necesidad crítica de responsabilidad y reforma dentro del sector de residencias de ancianos, particularmente para las organizaciones con fines de lucro que pueden priorizar las ganancias sobre la atención al paciente. Los desafíos que enfrentan los residentes en Lorien destacan la importancia de la supervisión regulatoria para garantizar que las residencias de ancianos mantengan los estándares de atención que cada persona mayor merece.