Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un preocupante giro de los acontecimientos, UnitedHealthcare (UHC) se encuentra envuelta en una demanda federal presentada por médicos de SpecialtyCare, quienes alegan que el gigante de la salud ha participado sistemáticamente en prácticas de "negar, retrasar y pagar menos". Esta controvertida afirmación destaca un problema significativo en la lucha continua entre los proveedores de atención médica y las compañías de seguros por una compensación justa por los servicios médicos, especialmente en lo que respecta a los proveedores fuera de la red (OON). La demanda, presentada el 11 de diciembre, argumenta que UHC, con sede en Minnesota, ha explotado efectivamente la Ley Federal de No Sorpresas (NSA) para evitar cumplir con sus obligaciones financieras hacia los proveedores de atención médica. Según SpecialtyCare, la compañía ha acumulado más de $900,000 en premios no pagados de Resolución Independiente de Disputas (IDR) desde finales de 2022. Estos premios están diseñados para garantizar que los proveedores de atención médica sean compensados de manera justa por los servicios prestados, particularmente cuando los pacientes reciben atención de proveedores fuera de la red. El núcleo de la queja sugiere una estrategia calculada por parte de UHC para retrasar los pagos mucho más allá del plazo de 30 días requerido legalmente por la ley federal. Los médicos argumentan que después de recibir un IDR por servicios OON, UHC rutinariamente no realiza los pagos a tiempo, obligando a los proveedores a navegar un proceso complejo para asegurar una compensación justa por sus servicios. La demanda sostiene que las acciones de UHC no son meramente un lapsus en la comunicación o un error administrativo, sino una elección deliberada para privar a los proveedores de atención médica de los pagos que se les deben, beneficiando en última instancia la rentabilidad de UHC a expensas de la atención al paciente. Desde el 26 de octubre de 2022 hasta el 1 de diciembre de 2024, UHC supuestamente no pagó un total de $903,372 en premios de IDR a SpecialtyCare, una situación que la demanda insiste en que demuestra un desprecio flagrante por las leyes federales y estatales. La gravedad de las acusaciones contra UHC se ve acentuada por los trágicos acontecimientos recientes que rodean al liderazgo de la compañía. Solo unos días antes de que se presentara la demanda, el CEO de UHC, Brian Thompson, fue asesinado a tiros en Nueva York. El incidente ha atraído una atención mediática significativa, particularmente debido al descubrimiento de municiones en la escena marcadas con palabras como "negar", "deponer" y "defender". Estas inquietantes inscripciones han sido interpretadas como una posible referencia a las mismas tácticas que la demanda afirma que UHC emplea para evadir el pago de reclamaciones. Tras la muerte de Thompson, Andrew Witty, el actual CEO de UnitedHealth Group, expresó su compromiso de continuar la misión de mejorar la atención médica, enfatizando la importancia de apoyar tanto a empleados como a pacientes durante esta "semana extraordinariamente difícil". Destacó el deber de la compañía de honrar su compromiso de ofrecer mejores servicios de atención médica, reafirmando la naturaleza esencial de la atención médica en la sociedad. Mientras tanto, el sospechoso del tiroteo, Luigi Mangione, ha sido arrestado y enfrenta cargos de asesinato en relación con la muerte de Thompson. Sus ominosas declaraciones sobre las injusticias que enfrentan los ciudadanos en relación con las compañías de seguros sugieren una narrativa más profunda de frustración y descontento respecto al sistema de salud. A medida que avanza la demanda y los procedimientos penales contra Mangione progresan, las implicaciones más amplias de las prácticas de seguros y las responsabilidades éticas de los proveedores de atención médica y los pagadores permanecen en el centro del discurso público. Los resultados de estos acontecimientos podrían tener repercusiones duraderas en el panorama de la atención médica, afectando cómo se reembolsan los servicios y cómo los pacientes reciben atención en el futuro. A medida que la situación se desarrolla, tanto la comunidad médica como el público estarán observando de cerca los cambios que puedan surgir de este caso de alto perfil.