Publicar en redes sociales podría ser más perjudicial para la salud mental de lo que piensas.

Publicar en redes sociales podría ser más perjudicial para la salud mental de lo que piensas.

Un estudio de UCL advierte que publicar en redes sociales, no solo desplazarse por ellas, perjudica significativamente la salud mental, instando a los usuarios a reevaluar sus hábitos.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 09.12.2024

En un mundo cada vez más dominado por las redes sociales, un nuevo estudio de University College London ofrece una advertencia contundente: no es solo el tiempo que se pasa desplazándose por los feeds lo que afecta la salud mental, sino que el acto de publicar en sí mismo puede ser el que más daño cause. La investigación, publicada en el Journal of Medical Internet Research, analizó las respuestas de más de 15,000 adultos en el Reino Unido, revelando que las presiones de compartir pensamientos y experiencias en línea pueden llevar a un significativo malestar psicológico. La Dra. Ruth Plackett, autora principal del estudio, enfatiza la diferencia entre el uso "activo" y "pasivo" de las redes sociales. Mientras que muchos podrían asumir que simplemente consumir contenido es el principal culpable detrás de las luchas con la salud mental, los hallazgos sugieren que participar en publicaciones activas—ya sea compartiendo reflexiones diarias o buscando validación—tiene un impacto mucho más profundo en el bienestar mental de una persona. Según la Dra. Plackett, aquellos que publican con frecuencia pueden merecer una medalla por su disposición a exponerse al escrutinio y juicio de los demás. El estudio encontró que los individuos que se involucraron tanto en publicar como en ver contenido en redes sociales mostraron los niveles más altos de malestar, independientemente de la edad o el género. Esto resalta una realidad preocupante: a medida que los usuarios buscan conexión y participación, pueden invitar inadvertidamente la ansiedad y las interacciones negativas a sus vidas. Las implicaciones son claras: las redes sociales, a menudo aclamadas como una herramienta de conectividad, podrían ser una espada de doble filo. Para evaluar la salud mental de los participantes, los investigadores midieron varios factores, incluyendo problemas de concentración, trastornos del sueño y niveles elevados de estrés, a través de una serie de 12 preguntas. Cada participante recibió una puntuación entre 0 y 36, siendo puntuaciones más altas indicativas de un mayor malestar psicológico. Curiosamente, aunque la diferencia en las puntuaciones de malestar entre aquellos que publicaban con frecuencia y aquellos que nunca publicaban no fue monumental, subrayó la noción de que incluso un compromiso mínimo puede llevar a un aumento del estrés. El estudio resuena con un creciente cuerpo de evidencia que destaca los efectos perjudiciales de las redes sociales en la salud mental. A medida que las plataformas en línea continúan prosperando, el desafío sigue siendo: ¿cómo pueden los usuarios navegar estos espacios sin comprometer su bienestar? Para muchos, la tentación de desconectarse por completo puede sonar atractiva, sin embargo, los investigadores comparan esto con las dificultades de superar una adicción—aparentemente más fácil de decir que de hacer. A medida que lidiamos con estos hallazgos, se vuelve esencial que las personas reflexionen sobre sus hábitos en redes sociales y consideren los posibles costos emocionales de publicar. La búsqueda de validación a través de "me gusta" y comentarios puede, en última instancia, llevar a un ciclo de ansiedad y auto-duda. En una era donde la presencia en línea a menudo se considera sinónimo de autoestima, puede ser el momento de reevaluar nuestra relación con las redes sociales y explorar vías más saludables para la conexión y la expresión. Después de todo, la audiencia más importante para nuestros pensamientos y sentimientos debería ser nosotros mismos, no una comunidad en línea.

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