Jay-Z y Sean Combs enfrentan graves acusaciones en una impactante batalla legal por reclamaciones de agresión.

Jay-Z y Sean Combs enfrentan graves acusaciones en una impactante batalla legal por reclamaciones de agresión.

Jay-Z y Sean Combs enfrentan acusaciones de haber violado a una niña de 13 años en 2000, en medio de un aumento de demandas contra Combs por conducta sexual inapropiada.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 09.12.2024

En un giro sorprendente de los acontecimientos, Jay-Z y Sean Combs se ven envueltos en una grave batalla legal tras las acusaciones formuladas en una demanda civil que los acusa de haber violado a una niña de 13 años en el año 2000. La demanda, que fue enmendada este pasado domingo, se presentó originalmente en octubre en el Distrito Sur de Nueva York y, hasta ahora, no había nombrado a Jay-Z, cuyo nombre real es Shawn Carter, como demandado. La acusadora, referida como Jane Doe, afirma que fue agredida por Combs y Carter después de ser atraída a una fiesta posterior a los MTV Video Music Awards en la ciudad de Nueva York. Según la demanda enmendada, Doe esperaba asistir a la ceremonia de premios, pero no tenía un boleto. En su búsqueda por conseguir entrada, supuestamente se acercó a los conductores de limusinas en busca de ayuda, lo que la llevó a uno que supuestamente trabajaba para Combs. Después de ser invitada a la fiesta posterior, ocurrió la supuesta agresión. La demanda detalla un relato desgarrador de la noche, donde Doe afirma que la hicieron firmar un documento que no leyó—presumiblemente un acuerdo de no divulgación—antes de ser sometida a lo que describe como un entorno caótico y desorientador marcado por el consumo de drogas entre los asistentes. Después de consumir una bebida que la dejó mareada, buscó refugio en una habitación donde se encontró con Combs y Carter. La demanda alega que Combs inició la agresión, con Carter uniéndose a medida que los eventos se intensificaron. En respuesta a las acusaciones, tanto Jay-Z como Sean Combs han negado cualquier conducta indebida. La declaración de Jay-Z acusó al abogado de la demandante, Tony Buzbee, de extorsionar a celebridades bajo el pretexto de acciones legales. Desafió a Buzbee a presentar una denuncia criminal, enfatizando la gravedad del caso y afirmando que aquellos culpables de crímenes contra menores deben enfrentar la justicia. Mientras tanto, el equipo legal de Combs ha desestimado la demanda como una maniobra publicitaria, expresando confianza en que el proceso judicial revelará la verdad. Aseguran que Combs nunca ha agredido sexualmente ni traficado con nadie, ya sea adulto o menor. Estas acusaciones surgen en medio de una creciente ola de denuncias contra Combs, con más de 20 demandas presentadas en su contra desde noviembre de 2023. Este aumento en las quejas sigue a una demanda de alto perfil de su ex pareja, Cassie Ventura, quien lo acusó de violación y trata de personas. Aunque esa demanda en particular se resolvió rápidamente, ha dado lugar a numerosas otras acusaciones y a una investigación criminal sobre las actividades de Combs. Combs, quien se encuentra actualmente detenido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, enfrenta cargos graves que incluyen trata de personas y conspiración para cometer extorsión, con un juicio programado para mayo de 2025. Mientras lidia con estas crecientes acusaciones, el panorama legal que lo rodea sigue siendo turbulento, con Buzbee afirmando representar a más de 120 clientes contra Combs, lo que significa una posible avalancha de reclamaciones que podría redefinir las narrativas sobre la conducta indebida de las celebridades. En una historia completamente separada pero igualmente notable, los icónicos zapatos de rubí que usó Judy Garland en la película clásica "El Mago de Oz" se vendieron recientemente en una subasta por la asombrosa suma de 28 millones de dólares, estableciendo un nuevo récord por el precio más alto jamás pagado por un par de objetos de cine. Esta extraordinaria venta destaca el legado perdurable de los recuerdos de Hollywood y la importancia cultural de tales artefactos que resuenan con fanáticos y coleccionistas por igual. A medida que estas narrativas se desarrollan, la intersección de la celebridad, el poder y la responsabilidad sigue capturando la atención del público, recordándonos las complejidades que yacen bajo la fachada brillante de la fama.

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