Problemas legales para Nick Fuentes mientras un caso de agresión menor desata un debate nacional.

Nick Fuentes, una figura controvertida conocida por sus opiniones de extrema derecha y su autoidentificación como supremacista blanco, ahora enfrenta repercusiones legales por un incidente que ocurrió en su casa el mes pasado. Acusado de agresión menor tras supuestamente usar gas pimienta en una mujer en su residencia, Fuentes podría enfrentarse a un año de cárcel si es condenado. El incidente, según se informa, comenzó cuando Marla Rose, una activista de 56 años, buscó confrontar a Fuentes sobre sus comentarios incendiarios respecto a la autonomía corporal de las mujeres. Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2024, Fuentes había hecho un tweet provocador, retorciendo el eslogan proelección "mi cuerpo, mi elección" en una respuesta despectiva: "Tu cuerpo, mi elección. Para siempre." Este comentario provocó la ira de muchos, incluidos activistas liberales, quienes compartieron su dirección en las redes sociales, desatando una ola de reacciones, incluida la decisión de Rose de visitar a Fuentes en persona. En una entrevista con VICE, Rose relató el evento que llevó al supuesto ataque. Tras confirmar la dirección de Fuentes con un transeúnte, se acercó a su casa para grabar un video e intentar preguntarle sobre sus declaraciones controvertidas. Sin embargo, cuando se acercó al timbre, Fuentes abrió la puerta y, sin previo aviso, le roció la cara con gas pimienta. Rose afirmó que luego la empujó físicamente por las escaleras, provocando que cayera sobre la acera, y además alegó que él destruyó su teléfono al pisotearlo. La reacción de Fuentes ante los cargos ha sido desafiante. Se dirigió a las redes sociales para proclamar "libérame", seguido de un insulto despectivo, e incluso comenzó a vender mercancía con su foto policial. Parece que está aprovechando el incidente para fortalecer su marca y reunir a sus seguidores. En su defensa, Fuentes ha sugerido que los visitantes no deberían acercarse a la casa de alguien sin ser invitados. Sin embargo, Rose sostiene que su intención no era provocar, sino entablar un diálogo sobre sus creencias. También ha indicado planes para presentar una demanda civil contra Fuentes, enfatizando que, si bien la libertad de expresión es importante, la rendición de cuentas por las acciones debe seguir. "Hay libertad de expresión, sí, pero no hay libertad de consecuencias", enfatizó. El caso destaca un choque cultural más amplio en Estados Unidos, donde los límites de la libertad de expresión, el activismo y la seguridad personal están siendo cada vez más cuestionados. A medida que el proceso legal avanza, queda por ver cómo este incidente impactará tanto la controvertida carrera de Fuentes como la búsqueda de justicia de Rose.