Elton John y Bernie Taupin reflexionan sobre su trayectoria musical y aspiraciones futuras.

En una discusión franca y animada, Elton John y su colaborador de larga data Bernie Taupin reflexionaron sobre su trayectoria en la industria musical, sus éxitos y desafíos, y sus aspiraciones para el futuro. La conversación tuvo lugar en la casa de John poco después de la conclusión de su reciente gira por el Reino Unido, que lo había visto recuperar su estatus como un titán de la música. El dúo, conocido por su asociación única que ha producido innumerables éxitos, comenzó su diálogo abordando la recepción crítica de su último álbum, *Don't Shoot Me, I'm Only the Piano Player*. Mientras algunos críticos argumentaban que marcaba el fin del meteórico ascenso de John, él fue rápido en desestimar la noción de una "caída", atribuyendo los malentendidos a la falta de lanzamientos de sencillos y a un prolongado intervalo entre álbumes. Taupin intervino, enfatizando que todos los artistas experimentan altibajos en sus carreras, sugiriendo que incluso íconos como David Bowie enfrentan un escrutinio similar. John describió *Don't Shoot Me* como un "álbum muy feliz", desbordante de energía pop, aunque reconoció su naturaleza transitoria en el panorama musical en constante evolución. "Es un álbum muy pegajoso. Siempre lo pienso como el álbum desechable de Elton John", señaló, revelando un enfoque pragmático hacia su producción creativa. Taupin añadió que la esencia de la música pop a menudo radica en su capacidad para capturar el momento, incluso si puede ser olvidada poco después. A medida que avanzaba la conversación, el dúo se adentró en sus influencias musicales y evolución. John expresó su orgullo por su sonido diverso, que abarca varios géneros sin la repetición que a menudo se encuentra en las obras de otros artistas contemporáneos. Señaló que su disposición a experimentar los ha distinguido en una industria abarrotada. “Nunca hemos tenido un álbum que tuviera el mismo sonido”, afirmó, defendiendo sus elecciones creativas contra los críticos que afirmaban que estaban estancados. La discusión luego tomó un giro humorístico mientras recordaban las elecciones de moda extravagantes de John a lo largo de los años, incluidos sus infames botas de tacón alto. John reflexionó sobre la evolución de su presencia escénica, insinuando planes para una próxima gira americana extravagante que contará con múltiples pianos y un toque teatral reminiscentes de Liberace, aunque con un giro moderno. Tanto John como Taupin también compartieron sus pensamientos sobre el estado actual de la industria musical, expresando decepción con ciertas tendencias y la disminución de la originalidad en la música popular. Lamentaron la falta de mérito artístico en algunos artistas contemporáneos, con John etiquetando gran parte de la lista británica como “drek”. Su crítica se extendió a músicos establecidos como Chuck Berry y Jerry Lee Lewis, con John abogando por más innovación contemporánea y menos dependencia de la nostalgia. Al mirar hacia el futuro, John reveló planes para un nuevo álbum doble que promete reflejar una musicalidad más profunda, señalando un alejamiento del sonido más comercial de *Don't Shoot Me*. Expresó su entusiasmo por el nuevo material, sugiriendo que podría llevar más peso emocional y una narrativa intrincada, una característica de sus obras anteriores. A lo largo de la entrevista, el vínculo entre John y Taupin brilló, caracterizado por su banter juguetón y respeto mutuo. Sus experiencias compartidas de respaldar a artistas en sus años formativos, las pruebas y tribulaciones de alcanzar la fama, y su compromiso continuo de crear música que resuene con los oyentes fueron evidentes. En un mundo donde los caprichos de la industria musical pueden ser implacables, Elton John y Bernie Taupin siguen siendo una formidable fuerza creativa, adaptándose continuamente mientras se mantienen fieles a la esencia de lo que hace que su colaboración sea atemporal. A medida que se preparan para nuevas aventuras, su conversación sirve como un recordatorio de la magia duradera que puede surgir de una colaboración genuina y una pasión por el arte.