Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El tifón Yagi ha causado estragos en su paso por Vietnam, dejando un saldo devastador de al menos 24 muertos y cientos de heridos. Este fenómeno meteorológico, considerado el más poderoso registrado en Asia en lo que va del año, ha afectado gravemente a varias regiones, provocando fuertes lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierra. A pesar de que la intensidad del tifón ha disminuido y se ha degradado a tormenta tropical, su impacto sigue siendo significativo. Desde la llegada del tifón el sábado, las autoridades han estado recopilando datos sobre las víctimas y los daños. En su último informe, el medio VN Express confirmó que 24 personas han perdido la vida en el norte de Vietnam, muchas de ellas a causa de la caída de árboles y los corrimientos de tierra. Además, se reportan 229 heridos y tres personas desaparecidas, una situación que ha llevado a las autoridades a intensificar las labores de rescate y asistencia a los afectados. El departamento de meteorología del país advirtió sobre el riesgo continuo de inundaciones y deslizamientos de tierra, lo que representa una amenaza para las comunidades que ya han sufrido los embates de Yagi. Los vientos sostenidos alcanzaron los 118 kilómetros por hora, con ráfagas de hasta 149 kilómetros por hora, complicando aún más la situación en las zonas más vulnerables. Las ciudades más impactadas incluyen a Hai Phong y Hanói, donde la vida cotidiana se ha visto interrumpida. En la capital, cuatro personas han muerto y al menos 17 han resultado heridas. Asimismo, se estima que 110.000 hectáreas de cultivo de arroz han sido anegadas, afectando la producción agrícola en localidades clave como Hai Phong, Thai Binh, Hung Yen y Hai Duong. Las autoridades vietnamitas han demostrado proactividad ante la llegada del tifón, evacuando a cerca de 50.000 personas de las áreas de mayor riesgo. Además, casi medio millón de soldados han sido movilizados para participar en las tareas de emergencia, lo que refleja el compromiso del gobierno en la protección de su población y en la mitigación de los efectos del desastre. Antes de su llegada a Vietnam, Yagi dejó su huella en la provincia insular china de Hainan, donde causó al menos dos muertes y 92 heridos. La tormenta también afectó a más de 1,5 millones de hogares al dejarlos sin suministro eléctrico. Asimismo, en su paso por Filipinas, el tifón dejó un saldo trágico de 20 muertos, 26 desaparecidos y 22 heridos, mostrando la racha de destrucción que ha recorrido la región. Las evaluaciones de daños continúan a medida que las autoridades locales inspeccionan las zonas afectadas y trabajan para restablecer la normalidad. Sin embargo, el camino hacia la recuperación es largo y complicado, beneficiándose de la solidaridad y la rápida respuesta de la comunidad y el gobierno. En un contexto más amplio, el tifón Yagi pone de relieve los desafíos que enfrentan los países del sudeste asiático ante la creciente frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos, exacerbados por el cambio climático. La preparación y la resiliencia son vitales para mitigar los impactos en el futuro. La esperanza es que, a pesar de la devastación actual, las lecciones aprendidas durante este desastre puedan servir para fortalecer las infraestructuras y los sistemas de respuesta ante emergencias en la región, permitiendo a las comunidades recuperarse y estar mejor preparadas para enfrentar situaciones similares en el futuro. La solidaridad y la ayuda internacional también serán cruciales en el proceso de reconstrucción y sanación para aquellos que han perdido tanto.