Crisis en la gestión del gobierno peruano: falta de acción y atención urgente

La semana que acaba de concluir ha sido testigo de una serie de acontecimientos que han puesto bajo la lupa la gestión del gobierno peruano, y El Comercio ha dejado clara su postura a través de una serie de editoriales que abordan temas candentes y preocupantes para la ciudadanía. Desde la inacción del Gobierno Regional de La Libertad en Pataz hasta la crítica situación en Petro-Perú, pasando por un manejo cuestionable del Gabinete de ministros y la falta de atención hacia el patrimonio cultural del país, el rotativo ha señalado las falencias de la administración actual. En su editorial del lunes 2 de septiembre, El Comercio enfatizó que el Gobierno Regional de La Libertad, bajo el liderazgo de César Acuña, no puede continuar ignorando la grave situación que atraviesa Pataz. Esta región ha sido escenario de descontento popular y demandas insatisfechas, y la falta de acción por parte de sus autoridades resulta preocupante. La facilidad con la que se ignoran los problemas sociales en el país es alarmante, y el diario insta a una mayor responsabilidad y atención hacia las necesidades de la población. El tema del martes 3 se centró en la crisis en Petro-Perú, donde el medio criticó duramente las razones del Gobierno para no tomar cartas en el asunto. La falta de respuesta de la presidenta Boluarte ante los escándalos de corrupción que rodean a esta entidad es, según El Comercio, inaudita. La situación es aún más crítica si se considera que varios gremios han manifestado su preocupación por la gestión actual y han pedido que no se realicen cambios en la directiva de la empresa, lo que revela un nivel de desconfianza que podría tener repercusiones serias para el futuro del sector energético en el país. El miércoles 4, El Comercio abordó el tema del Gabinete de ministros, destacando que los recientes cambios en la administración no han logrado disipar las dudas que rondan al gobierno. Se menciona que la presidenta perdió la oportunidad de reestructurar completamente su equipo, manteniendo en su puesto a ministros cuestionados, como el del Interior. El escándalo que envuelve a Juan José Santiváñez y su falta de estrategias para combatir la extorsión en Lima son solo algunos ejemplos de cómo la falta de decisiones firmes puede comprometer la seguridad y confianza de la ciudadanía. El jueves 5, los editoriales se tornaron más críticos al abordar la política del Perú frente a la crisis venezolana. El Comercio advirtió que cambiar la postura del país sobre el régimen de Maduro sería una vergüenza, sugiriendo que el Perú no debe alinearse con aquellos países que juegan al equilibrista en su relación con el gobierno venezolano. La opinión del diario es clara: el respeto a los derechos humanos y la defensa de la democracia en la región deben ser prioritarios, y el silencio del gobierno peruano en este contexto es preocupante. El viernes 6, el foco se trasladó al complejo arqueológico de Caral, donde El Comercio enfatizó la desidia que rodea a esta joya cultural. La falta de atención y cuidado hacia el patrimonio histórico del país es sintomática de una visión que minimiza la importancia de la cultura en el desarrollo nacional. Las autoridades del Ministerio de Cultura y el gobierno en general deben tomar conciencia de que el legado cultural no solo es un tesoro del pasado, sino también un recurso invaluable para el futuro. Finalmente, el editorial del sábado 7 celebró los logros del Banco Central de Reserva del Perú (BCR), señalando que mantener una inflación de un dígito durante más de 27 años es un testimonio del profesionalismo de la institución. El trabajo de Julio Velarde, que ha estado al mando desde 2006, fue elogiado tanto por las cifras como por los expertos internacionales, quienes reconocen la estabilidad económica que ha logrado el país en un contexto regional desafiante. Así, la semana se ha cerrado con un claro mensaje de El Comercio: el Perú enfrenta desafíos profundos que requieren atención urgente y decisiones firmes. La falta de acción en asuntos críticos como la corrupción, la seguridad, la política internacional y la cultura refleja una administración que aún tiene mucho por mejorar. Cada tema abordado no solo es un eco de la preocupación ciudadana, sino también una invitación al gobierno para que retome el rumbo y priorice el bienestar de la población en su conjunto.