España en alerta: un tsunami podría devastar sus costas en las próximas décadas

España en alerta: un tsunami podría devastar sus costas en las próximas décadas

Un estudio alerta sobre el riesgo de tsunamis en España, especialmente en el Mediterráneo, destacando la necesidad de un sistema de alerta.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro

El temor a catástrofes naturales como los tsunamis suele parecer un fenómeno distante, reservado para regiones del mundo que, como el sudeste asiático o la costa de Japón, viven frecuentemente en la sombra de la actividad sísmica. Sin embargo, un reciente estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha alertado sobre el hecho de que España también podría convertirse en víctima de un maremoto devastador, y las costas del país son más vulnerables de lo que se podría pensar. La investigación destaca que la falla marina de Averroes, situada en el mar de Alborán, es un factor determinante en el aumento del riesgo de tsunamis. Este fenómeno geológico no solo está en constante crecimiento, sino que, en caso de una erupción volcánica o un terremoto, el potencial para generar un tsunami alcanza niveles alarmantes. Con olas que podrían superar los seis metros de altura, el tiempo de llegada a la costa se estimaría entre 21 y 35 minutos, lo que dejaría a las comunidades costeras con poco tiempo para reaccionar. Las comunidades autónomas a lo largo del litoral Mediterráneo son las más propensas a sufrir las consecuencias de un tsunami. Desde la Costa del Sol en Andalucía hasta la Costa Brava en Catalunya, estas áreas están bajo una creciente amenaza, con un riesgo prácticamente asegurado de que un maremoto supere el metro de altura en los próximos 30 años. Esta información no solo es un llamado de atención para las autoridades, sino también para los ciudadanos que deben ser conscientes del riesgo que existe. En contraposición, las costas del Atlántico parecen estar menos expuestas a este tipo de desastres. Las probabilidades de que un tsunami golpee regiones como Huelva o Cádiz son de aproximadamente un 10 % en los próximos 50 años, aunque este número disminuye al 3 % para olas de tres metros. A pesar de que la dorsal media del Atlántico presenta riesgos sísmicos, los niveles de alerta parecen ser mucho menores en comparación con los del Mediterráneo. En el norte de España, las comunidades que bordean el mar Cantábrico, como Asturias, Cantabria y el País Vasco, también presentan un riesgo reducido. Según el estudio, los niveles de agua en esta área serían más bajos, con estimaciones de medio metro de altura en el caso de un tsunami. No obstante, Galicia, un territorio con su propia dinámica marítima y geológica, no ha sido abordada en el informe, lo que deja un vacío en la evaluación del riesgo. A pesar de las estadísticas, la conclusión del estudio es clara: la implementación de un sistema de alerta de tsunamis es una cuestión de urgente necesidad. Este tipo de sistemas podría ser crucial para mitigar el impacto de un posible desastre. En respuesta a esta amenaza, el Gobierno español ha elaborado desde 2021 un Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo de Maremotos, que busca organizar y establecer procedimientos de alerta y acciones preventivas y reactivas. El plan tiene un enfoque particular en las comunidades más vulnerables, incluyendo Andalucía, las Islas Canarias, Catalunya, la Comunitat Valenciana, Galicia, las Islas Baleares y la Región de Murcia. Este enfoque integral es esencial para preparar a estas regiones ante la eventualidad de un maremoto, ya que la capacidad de respuesta es un factor determinante en la reducción de daños y pérdidas humanas. Sin embargo, la preparación no solo recae en las autoridades. La educación y concienciación de la población son fundamentales. La información sobre los riesgos, las señales de alerta y los protocolos de evacuación deben ser ampliamente divulgados, para que los ciudadanos sepan cómo actuar en caso de una emergencia. La historia ha demostrado que en muchas ocasiones, el tiempo es un aliado clave, y cada segundo cuenta ante un desastre natural. En conclusión, aunque la amenaza de un tsunami en España pueda parecer una posibilidad lejana, la evidencia científica sugiere lo contrario. Las costas del país están en riesgo, y la combinación de un sistema de alerta efectivo y una población bien informada podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Es momento de actuar y de tomar en serio la advertencia de los expertos, pues la naturaleza a menudo nos recuerda que el poder de su furia es impredecible y devastador.

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