Sabalenka brilla en el Abierto de EE. UU. 2024, triunfa con alegría a pesar de los desafíos personales.

En un giro de acontecimientos notable, Aryna Sabalenka ha emergido victoriosa en el Abierto de EE. UU. 2024, un triunfo que no solo destaca su resiliencia, sino que también marca un capítulo significativo en su trayectoria tras un año lleno de desafíos personales. Antes de pisar las canchas duras de Nueva York, Sabalenka reflexionó sobre su tumultuosa trayectoria, expresando su deseo de encontrar alegría en medio de las luchas que habían nublado sus temporadas recientes. La estrella del tenis bielorruso enfrentó una profunda pérdida personal a principios de este año con la trágica muerte de su exnovio, Konstantin Koltsov. Este evento arrojó una larga sombra sobre su bienestar mental y emocional, lo que la llevó a reconsiderar su enfoque hacia el deporte. "En retrospectiva, debería haber tomado un descanso", admitió, reconociendo el impacto que el duelo tuvo en su rendimiento. Este sentimiento se vio agravado por un decepcionante desempeño en el Abierto de Francia, donde un problema estomacal obstaculizó sus esfuerzos en los cuartos de final, seguido por su retirada de Wimbledon debido a una lesión en el hombro. Sin embargo, el sabático forzado resultó afortunado, permitiendo a Sabalenka el tiempo para renovar su perspectiva. El Abierto de EE. UU. 2024 mostró no solo su destreza atlética, sino su nuevo enfoque hacia el juego, caracterizado por un espíritu juguetón y camaradería con su equipo. Conocida por sus tradiciones lúdicas, llevó esto a otro nivel durante el torneo, optando por un giro divertido en su habitual gesto característico. En lugar de firmar la cabeza de su entrenador físico, Jason Stacy, después de sus partidos, le hizo lucir una imagen de su icónico tatuaje de tigre, un momento ligero que la hizo aún más querida entre los aficionados. Su actitud alegre fuera de la cancha se tradujo sin problemas en su rendimiento en la cancha. Los observadores notaron la risa contagiosa y la camaradería que la rodeaban, un contraste marcado con la soledad de sus luchas anteriores. La ex número uno británica, Laura Robson, comentó sobre esta transformación, destacando cómo la energía positiva dentro del equipo de Sabalenka ha contribuido indudablemente a su éxito. "Ella está viviendo su mejor vida", afirmó Robson, reflexionando sobre la alegría que parece acompañar cada movimiento de Sabalenka. Sin embargo, debajo de este exterior despreocupado se encuentra una profunda motivación. Sabalenka ha compartido abiertamente su deseo de honrar el legado de su familia, especialmente tras la pérdida de su padre, Sergey, en 2019. Con cada título que reclama, incluido el de este año en el Abierto de EE. UU., siente un profundo orgullo no solo por sí misma, sino por su familia que la apoyó incondicionalmente en las buenas y en las malas. "Cada vez que veo mi nombre en ese trofeo, estoy tan orgullosa de mí misma y de mi familia, que nunca renunciaron a mi sueño", expresó, enfatizando la importancia del aliento de su familia en su búsqueda de grandeza. Mientras Sabalenka sostiene el trofeo del Abierto de EE. UU. en alto, se presenta no solo como una campeona, sino como un testimonio de resiliencia, alegría y el poder de una comunidad solidaria. Esta victoria es más que un título; es un símbolo de triunfo sobre la adversidad y una celebración del espíritu perdurable que impulsa a los atletas hacia la grandeza. A medida que mira hacia el futuro, Sabalenka sigue comprometida a grabar el nombre de su familia en los anales de la historia del tenis, demostrando que con determinación, risa y amor, todo es posible.