Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una vibrante celebración del orgullo local y el estilo teatral, Sleaford fue anfitrión de una cautivadora competencia que reunió a pregoneros de diversas regiones, exhibiendo sus talentos en una encantadora demostración de destreza vocal y espíritu comunitario. Entre los participantes, una actuación destacada provino del representante de Mablethorpe, quien finalmente se llevó la victoria en este animado evento. El sábado, las calles de Sleaford resonaron con las entusiastas proclamaciones de los pregoneros, cada uno exaltando las virtudes de sus ciudades natales. El evento, organizado por el propio pregonero de Sleaford, John Griffiths, atrajo la atención no solo por la habilidad de los participantes, sino también por el formato único de la competencia. Cada pregonero fue evaluado por su capacidad para proyectar su voz con claridad, involucrar al público y presentarse con estilo. "Se espera que los pregoneros sean ruidosos y claros", explicó Griffiths, detallando los criterios según los cuales se juzgaría a los competidores. El día contó con dos rondas de competencia; la primera permitió a los pregoneros promocionar sus ciudades natales con un grito original, mientras que la segunda ronda les exigió crear un grito con temática de actores de cine británicos renombrados. Este giro inventivo añadió una capa extra de creatividad a la competencia, desafiando a los participantes a pensar de manera innovadora y entretener al público con su conocimiento del cine británico. Griffiths, quien asumió el papel de pregonero tras algunos alentadores comentarios de sus compañeros, compartió su entusiasmo por el evento. "Tienes una gran boca. Deberías intentarlo", le habían dicho sus amigos, un testimonio de la camaradería ligera que subyace en la tradición del pregón. A medida que los pregoneros desfilaban por Sleaford, sus llamados resonaban, capturando la atención de los transeúntes y atrayéndolos a la atmósfera festiva. El evento no solo destacó las habilidades de los pregoneros, sino que también fomentó un sentido de orgullo comunitario, ya que cada participante representó a su ciudad con entusiasmo y encanto. El grito del ganador de Mablethorpe resonó particularmente bien entre los jueces y el público, demostrando no solo fuerza vocal, sino un genuino amor por su ciudad natal. Esta victoria no solo es un logro personal para el pregonero, sino también un momento de celebración para Mablethorpe, mostrando el espíritu de la ciudad en un escenario más amplio. A medida que los sonidos de risas y aplausos llenaban el aire, quedó claro que la competencia de pregoneros es más que un simple concurso; es una celebración del patrimonio, la creatividad y las identidades únicas que representan las ciudades de toda Gran Bretaña. Con el éxito de este evento, no hay duda de que Sleaford seguirá siendo un anfitrión acogedor para tales reuniones animadas, fomentando la participación y la apreciación del arte del pregón durante muchos años más.