Boluarte reafirma postura de Perú sobre democracia y elecciones en Venezuela

En un entorno político marcado por la incertidumbre y la polarización, la presidenta Dina Boluarte ha decidido romper su silencio tras casi dos meses sin declaraciones públicas, reafirmando la postura de su gobierno respecto a la situación en Venezuela. Durante la inauguración de una escuela bicentenario en el Cercado de Lima, Boluarte sostuvo que Perú no se involucrará en fraudes electorales ni apoyará gobiernos que califique como dictatoriales, en clara referencia al régimen de Nicolás Maduro. La mandataria subrayó que la política exterior peruana es "firme y fuerte", enfatizando que el país es un defensor de la democracia y del Estado de derecho. "No vamos a ser parte de un fraude electoral, no vamos a apoyar ningún gobierno dictatorial", afirmó, al tiempo que recordó que Perú es un país que respeta la institucionalidad y tiende la mano a los países hermanos en momentos de necesidad. Estas declaraciones se producen en medio de una serie de cambios en el Gabinete ministerial de Boluarte, donde algunas figuras claves han renunciado, generando críticas hacia la nueva administración. Los ministros Gustavo Adrianzén y Elmer Schialer, quienes se han encontrado en el centro de la controversia, han sido cuestionados por no condenar abiertamente el régimen de Maduro ni reconocer al opositor Edmundo González como presidente electo de Venezuela. Boluarte, consciente de las críticas hacia su gabinete, defendió las decisiones tomadas argumentando que estas buscan fortalecer la ejecución de políticas gubernamentales. "Cuando cambiamos algunos ministros en el Gabinete, es porque queremos darle más punche en la ejecución. Si sale un ministro o más ministros, la política de Gobierno no cambia", aseguró, marcando un intento por mostrar unidad y continuidad en su administración. En lo que respecta a la situación electoral en Venezuela, la presidenta Boluarte exigió que se transparenten las actas de los comicios de julio, reiterando que el gobierno venezolano debería publicar esta información para "dejar cerrada esa situación". "El que nada tiene, nada teme. Ánfora por ánfora, voto por voto que se cuente", insistió, mostrando así un claro apoyo a la transparencia en los procesos electorales. La insistencia de Boluarte en la necesidad de que se presenten las actas electorales parece ser un intento por establecer una postura más proactiva frente a la crisis política en Venezuela, un tema que ha sido objeto de discusión y controversia en el ámbito internacional. Su declaración se alinea con un llamado más amplio a la comunidad internacional para que se tomen acciones concretas en defensa de la democracia. A pesar de sus esfuerzos por reafirmar la posición de Perú, la falta de reconocimiento al gobierno de González por parte de sus ministros ha generado confusión y desconcierto. Adrianzén, en particular, fue objeto de críticas luego de que se contradijera con declaraciones anteriores de González-Olaechea, lo que ha suscitado dudas sobre la coherencia de la política exterior del país. Mientras tanto, la situación en Venezuela continúa siendo un tema candente en la región, con diversos actores políticos y sociales pidiendo un cambio en el régimen actual. La postura de Boluarte podría ser vista como un intento de alinearse con las demandas de la comunidad internacional, al tiempo que busca mantener una imagen de firmeza frente a la oposición interna. El actual contexto pone de manifiesto la complejidad de la política exterior peruana y la necesidad de que el gobierno de Boluarte articule sus prioridades de manera clara y coherente. La incertidumbre respecto a la legitimidad de los procesos electorales en Venezuela plantea desafíos significativos no solo para la región, sino también para la propia estabilidad política de Perú. En conclusión, las palabras de Dina Boluarte son un claro intento de posicionar a Perú como un baluarte de la democracia en un contexto regional complicado. Sin embargo, la implementación de estas declaraciones y la efectividad de su política exterior dependerán de la capacidad del gobierno para navegar en un entorno político tan volátil, tanto a nivel interno como internacional. La atención ahora se centra en cómo se desarrollarán los acontecimientos en el país vecino y cómo responderá Perú ante ellos en los próximos meses.