Cócteles Listos para Beber: El Sorbo Dulce con Riesgos Ocultos para la Salud que Necesitas Conocer

Cócteles Listos para Beber: El Sorbo Dulce con Riesgos Ocultos para la Salud que Necesitas Conocer

Los cócteles listos para beber pueden contener altos niveles de azúcar, similares a los refrescos, y carecen de etiquetas nutricionales debido a vacíos regulatorios, lo que genera preocupaciones sobre la salud.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud 06.09.2024

A medida que la tendencia de los cócteles listos para beber sigue ganando impulso, muchos consumidores pueden encontrarse, sin darse cuenta, disfrutando de bebidas que son tan azucaradas y potencialmente dañinas como los conocidos refrescos como Coca-Cola. Un aspecto preocupante de estos cócteles premezclados es la falta de transparencia nutricional, en gran parte debido a vacíos regulatorios que eximen a muchas bebidas alcohólicas de los requisitos estándar de etiquetado. Al recorrer los pasillos de su tienda de licores local, los colores brillantes y las etiquetas atractivas de los cócteles premezclados pueden ser difíciles de resistir. Desde piña coladas hasta vodka mules, estas bebidas ofrecen conveniencia para aquellos que buscan relajarse después de un largo día. Sin embargo, al abrir una, podría notar una dulzura abrumadora que lo lleva a una inspección más cercana. Desafortunadamente, muchas de estas bebidas carecen de la etiqueta de información nutricional que típicamente se encuentra en refrescos azucarados o bocadillos, dejando a los consumidores en la oscuridad sobre su contenido de azúcar y otros aditivos. Las investigaciones han demostrado que numerosos cócteles listos para beber y alcopops contienen cantidades alarmantes de azúcar, comparables a las de las bebidas carbonatadas. Con el aumento en el consumo de estos cócteles ultraprocesados, entender sus ingredientes y posibles impactos en la salud se vuelve crucial. La clasificación de los alimentos como "ultraprocesados" proviene del trabajo de expertos en nutrición y salud pública como Carlos Monteiro, quien enfatiza no solo el contenido de nutrientes de los alimentos, sino también el grado de procesamiento al que son sometidos. Los alimentos ultraprocesados se caracterizan típicamente por formulaciones industriales que combinan aditivos y sustancias extraídas de alimentos. Estos productos, que van desde bocadillos envasados hasta cereales azucarados, se han vinculado a serios problemas de salud como la obesidad, la diabetes e incluso ciertos tipos de cáncer. En el caso de las bebidas alcohólicas, la definición es menos clara. Si bien las bebidas fermentadas como la cerveza y el vino pueden clasificarse como alimentos procesados, los espíritus como el whisky o el vodka entran en la categoría de ultraprocesados una vez que son destilados. Esto significa que muchos cócteles populares contienen no solo alcohol, sino también una variedad de aditivos, que pueden incluir colorantes artificiales, edulcorantes y conservantes para mejorar el sabor y la consistencia. La confusión surge debido al marco regulatorio que rige las bebidas alcohólicas. En los Estados Unidos, la Oficina de Impuestos y Comercio de Alcohol y Tabaco (TTB) supervisa el etiquetado de alcohol, pero a diferencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), no exige etiquetas nutricionales para la mayoría de los productos alcohólicos. Esta falta de regulación se remonta a la era de la prohibición, con la intención de prevenir prácticas monopolísticas en la distribución, pero ha dejado a los consumidores sin información esencial sobre lo que están consumiendo. Mientras que los defensores de la transparencia alimentaria argumentan que los consumidores merecen saber qué aditivos pueden estar presentes en sus bebidas, las regulaciones actuales ofrecen poca tranquilidad. Aunque existen algunos requisitos respecto a los tipos de aditivos que se pueden utilizar, la ausencia de listas de ingredientes completas deja a los consumidores vulnerables a reclamos de salud engañosos y posibles riesgos para la salud. Desarrollos recientes indican que cambios pueden estar en el horizonte. La TTB ha estado explorando la posibilidad de actualizar el etiquetado del alcohol para incluir información nutricional, alérgenos y listas de ingredientes. Sin embargo, el cronograma para estos cambios sigue sin estar claro, con varios retrasos que ya han pospuesto el proceso. A medida que investigadores y defensores de la salud continúan presionando por un etiquetado más claro, es crucial que los consumidores se mantengan informados sobre lo que contienen las bebidas que disfrutan. Si bien el consumo de alcohol en sí mismo plantea riesgos significativos para la salud, particularmente en relación con varios tipos de cáncer, tener acceso a un etiquetado permitiría a los consumidores tomar decisiones más informadas y entender las implicaciones de sus hábitos de consumo. Al navegar por el mundo de los cócteles listos para beber, los consumidores deben permanecer alerta, reconociendo que la conveniencia a menudo tiene un costo para su salud. A medida que la conversación sobre los alimentos ultraprocesados evoluciona, es cada vez más importante que tanto los consumidores como los fabricantes reconsideren su relación con estas bebidas, priorizando la salud y la transparencia en una industria que ha estado durante mucho tiempo envuelta en la ambigüedad.

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