Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El 19 de septiembre es una fecha que resuena profundamente en la memoria colectiva de México. La conmemoración de los devastadores terremotos de 1985 y 2017 ha llevado al país a adoptar medidas preventivas que buscan salvaguardar la vida y la integridad de sus ciudadanos. En este contexto, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, a través de la Coordinación Nacional de Protección Civil, ha convocado a un Simulacro Nacional de Alerta Sísmica, que se llevará a cabo el próximo 19 de septiembre de 2024 a las 11:00 horas, tiempo del centro de México. Este ejercicio no solo es un recordatorio de los terribles sismos que han sacudido al país, sino también una oportunidad para mejorar la preparación ante futuros desastres. Uno de los objetivos primordiales de este simulacro es aumentar la conciencia sobre la importancia de adoptar medidas preventivas y de respuesta ante un terremoto de gran magnitud. La magnitud 8.0 que se simula es un recordatorio de lo devastador que puede ser un evento sísmico y la necesidad de estar bien preparados. La participación de ciudadanos, instituciones y organizaciones es fundamental para practicar y afianzar los protocolos de seguridad que pueden marcar la diferencia en situaciones de emergencia. La simulación también servirá para evaluar el funcionamiento de los sistemas de alerta sísmica y de evacuación. Es vital identificar áreas de mejora para asegurar que las tecnologías y procedimientos estén en óptimas condiciones. De esta manera, se busca minimizar el riesgo de errores humanos y técnicos cuando una verdadera emergencia ocurra. Durante el simulacro, los participantes podrán observar y evaluar la efectividad de los sistemas implementados, lo que contribuirá a una respuesta más eficiente en caso de un sismo real. Asimismo, el simulacro representa una oportunidad invaluable para la capacitación continua de los participantes. La ejecución correcta de acciones, como la búsqueda de refugio seguro y la aplicación de protocolos de evacuación, se enfatiza durante este ejercicio. La práctica regular no solo ayuda a las personas a familiarizarse con los procedimientos, sino que también les otorga la confianza necesaria para actuar de manera efectiva en situación de crisis. La invitación a los ciudadanos es clara: se les urge a mantener la calma al escuchar la alerta sísmica, recordando que se trata de un simulacro. Seguir los protocolos establecidos es esencial para garantizar la seguridad de todos. Además, tras la finalización del ejercicio, se insta a los participantes a verificar su entorno y reportar cualquier irregularidad que haya surgido durante el simulacro, contribuyendo así a mejorar futuros ejercicios. La colaboración de cada persona es crucial para fortalecer la cultura de Protección Civil en el país. Cada gesto cuenta y puede marcar la diferencia en la efectividad de las estrategias de respuesta ante emergencias. El objetivo final es que cada ciudadano se sienta empoderado para actuar en caso de un evento sísmico real, sabiendo que su preparación y conocimiento son fundamentales para protegerse y proteger a los demás. El simulacro del 19 de septiembre no solo busca entrenar a las comunidades, sino también fomentar la resiliencia comunitaria. La práctica regular ayuda a las comunidades a estar mejor preparadas para enfrentar situaciones reales, minimizando riesgos y daños. La experiencia adquirida durante estos ejercicios puede ser clave para salvar vidas y proteger bienes en momentos de crisis. Además, la optimización de recursos es otro componente esencial del simulacro. La identificación y corrección de deficiencias en los procedimientos y equipos de emergencia aseguran que la respuesta en situaciones críticas sea más efectiva. Esto se traduce en una mejor organización y una mayor seguridad para todos los involucrados. En última instancia, el simulacro de alerta sísmica del 19 de septiembre de 2024 es una manifestación del compromiso de México con la seguridad de su población. La preparación y la práctica son herramientas imprescindibles para enfrentar los desafíos que presentan los desastres naturales. La participación activa de todos los ciudadanos en este ejercicio es clave para construir un país más seguro y resiliente ante los embates de la naturaleza.