Joven esquiador sobrevive a avalancha tras llamar a emergencias desde la nieve

Joven esquiador sobrevive a avalancha tras llamar a emergencias desde la nieve

Un esquiador de 29 años fue rescatado tras quedar atrapado por una avalancha en Bariloche; su llamada al 911 fue clave para su salvamento.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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En un conmovedor episodio que tuvo lugar en el Cerro López, a las afueras de Bariloche, un joven esquiador de 29 años, Augusto Gruttadauria, logró alertar a las autoridades tras quedar atrapado bajo la nieve tras una avalancha. La llamada que realizó al servicio de emergencias 911 no solo fue un grito desesperado de auxilio, sino también un rayo de esperanza que permitió a los rescatistas localizarlo y llevarlo a un lugar seguro después de más de 12 horas bajo condiciones extremas. El incidente ocurrió en medio de un día que prometía ser de diversión y aventura en las montañas, pero que rápidamente se tornó en tragedia. Gruttadauria, originario de Córdoba, se encontraba esquiando fuera de pista, una actividad que, aunque emocionante, conlleva riesgos significativos, especialmente en una zona donde las condiciones climáticas cambian rápidamente. Durante la tarde del miércoles, dos de sus compañeros fueron localizados, pero él fue dado por desaparecido cuando la luz del día se desvaneció. El joven esquiador logró encender su teléfono en medio de la desesperación y, alrededor de las 2:53 de la madrugada, realizó la llamada que cambiaría su destino. En la angustiante conversación con los operadores del 911, relató su situación crítica, mencionando que había hecho un hueco en la nieve para poder respirar y alertó sobre la inminente amenaza de la hipotermia que comenzaba a afectarlo. Su relato, lleno de temor pero también de determinación, permitió a los rescatistas enfocar sus esfuerzos en su ubicación exacta. Los detalles de la llamada son desgarradores; el operador intentó mantener la calma en un momento de crisis, mientras que Augusto, visiblemente agotado, seguía rogando por ayuda. "Por favor, envíen a alguien", decía con la voz entrecortada por el frío y el miedo. La respuesta de la operadora fue de contención, asegurándole que la ayuda estaba en camino y que no debía perder la esperanza. Tras el aviso, la Comisión de Auxilio (CAX) reorganizó un operativo de rescate que involucró a nueve brigadistas. La situación se tornó crítica, y dado el tiempo que había estado atrapado, el equipo de rescate solicitó apoyo aéreo para acelerar su traslado. Un helicóptero de emergencia llegó desde San Martín de los Andes para llevarlo al centro médico más cercano, donde se le brindó atención urgentemente. Afortunadamente, en una primera evaluación de su estado de salud, se descartaron lesiones mortales, aunque la hipotermia había comenzado a hacer mella en su cuerpo. Gruttadauria fue ingresado al Hospital Zonal de Bariloche, donde los médicos continúan atendiendo sus heridas y asegurándose de que su recuperación sea efectiva. Sin embargo, la tragedia también ha levantado interrogantes sobre las condiciones de seguridad en las montañas. El Ministerio Público Fiscal ha iniciado una investigación que podría llevar a la declaración de homicidio culposo en relación con el caso, dado que los excursionistas estaban acompañados por un guía de montaña. Este último, según informes, no habría tomado en cuenta las advertencias sobre el riesgo de avalancha en la zona, lo que plantea preocupaciones sobre la preparación y la responsabilidad en las actividades al aire libre. Este evento ha dejado a la comunidad en estado de shock, recordando la fragilidad de la vida humana frente a las fuerzas de la naturaleza. Muchos se han unido en apoyo a las víctimas y sus familias, mientras que otros han empezado a exigir revisiones más estrictas de las normativas de seguridad para las actividades de esquí y montañismo en la región. Mientras tanto, el joven Augusto, quien se ha convertido en un símbolo de resiliencia y esperanza, está recibiendo el apoyo de su familia y amigos. Su historia nos recuerda la importancia de estar preparados y ser conscientes de los peligros que pueden surgir en entornos naturales. En medio de la adversidad, su llamado de auxilio se convirtió en el hilo conductor que permitió la movilización de un equipo de rescate comprometido que no dudó en arriesgar su propia seguridad para salvar una vida. La montaña, con su belleza inigualable, también puede ser un lugar de peligro inminente. Este incidente debería servir como un llamado a la acción para todos aquellos que buscan disfrutar de la naturaleza, recordando siempre que la preparación y el respeto por las condiciones pueden marcar la diferencia entre la aventura y la tragedia.

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