Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Los huilenses atraviesan un momento crítico, enfrentando no solo el azote de altas temperaturas sino también la devastadora realidad de incendios forestales que han afectado severamente a la región, especialmente en Neiva y varios de sus municipios. Los organismos de socorro se encuentran en una carrera contra el tiempo, luchando para contener las llamas que amenazan con desbordarse y causar estragos aún mayores en el entorno natural. Las cifras son contundentes y alarmantes. En el año 2020, se registraron 366 incendios que consumieron 6.340 hectáreas de bosques y áreas verdes. En 2021, aunque la cantidad de incendios disminuyó a 121, las hectáreas afectadas fueron significativas, alcanzando 1.556. En 2022, la tendencia de reducción continuó con 105 eventos, pero el daño se mantuvo en 905 hectáreas. Sin embargo, el año 2023 trajo consigo un aumento drástico, con 471 incendios que devastaron 14.77 hectáreas, y en lo que va de 2024, ya se han reportado más de 388 incendios, incinerando 2.826 hectáreas. Los municipios más golpeados, como Palermo, Yaguará, Aipe y Villavieja, evidencian la magnitud del problema. Sin embargo, el riesgo de incendios no se limita a estas áreas; otros municipios como Baraya, Isnos, La Plata, San Agustín, Tello, Teruel y más se encuentran en la misma situación de vulnerabilidad. Este panorama no solo afecta el paisaje, sino que amenaza la biodiversidad y los recursos hídricos de una región que depende en gran medida de su entorno natural. La gravedad de esta problemática se ve acentuada por el hecho de que muchos de estos incendios no son producto de la negligencia, sino que son provocados intencionadamente por manos criminales. Este hecho es devastador, ya que los incendios forestales no solo alteran y destruyen ecosistemas enteros, sino que también ponen en riesgo la vida y el bienestar de las comunidades locales. Ante esta situación, es imperativo que la ciudadanía tome un papel activo en la protección de sus áreas verdes. La prevención es un deber colectivo que requiere la colaboración de todos. Además de evitar actividades como fogatas, es fundamental que los ciudadanos se conviertan en los ojos y oídos de las autoridades. Denunciar a aquellos que incurren en prácticas irresponsables y peligrosas es un acto de responsabilidad que puede marcar la diferencia. Las autoridades, por su parte, tienen la obligación de fortalecer los controles y asegurar que se impongan sanciones ejemplares a los responsables de estas atrocidades. La Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM) y la Policía deben trabajar de la mano con la comunidad para no solo reprimir estos actos, sino también para educar sobre la importancia de preservar el medio ambiente. La situación es, sin duda, alarmante y demanda atención urgente. La comunidad huilense debe unirse en un esfuerzo conjunto para proteger su entorno natural, no solo por su propio bienestar, sino también por el futuro de las generaciones venideras. Cada pequeño acto cuenta y puede ser crucial en la lucha contra la devastación de los bosques y los ecosistemas que sostienen la vida en la región. En este sentido, la información y la educación juegan un papel fundamental. Es tiempo de que los huilenses se empoderen con conocimiento sobre el impacto de los incendios forestales y la importancia de preservar su entorno. A través de iniciativas de sensibilización y campañas de educación ambiental, se puede fomentar una cultura de respeto y cuidado por la naturaleza. Así, mientras las altas temperaturas persisten y los incendios continúan su avance, la esperanza reside en la acción decidida de la comunidad. La protección del medio ambiente es una responsabilidad compartida y la denuncia de los pirómanos es, sin duda, un paso vital hacia la salvaguarda de los recursos naturales de Huila. La lucha es dura, pero el compromiso de todos puede hacer la diferencia en la preservación de este invaluable patrimonio natural.