Investigación revela causas de extraños ruidos y microsismos en Naucalpan

En los últimos meses, los habitantes de Praderas de San Mateo, en Naucalpan, han vivido momentos de incertidumbre debido a los extraños estruendos y microsismos que han estado ocurriendo en la zona. Desde el pasado 18 de julio, estos fenómenos han alterado la vida cotidiana de la comunidad, generando miedo y ansiedad entre sus residentes. Sin embargo, un reciente estudio llevado a cabo por el Instituto de Investigación Geofísica y Atmosférica AC (IIGEA) ha arrojado luz sobre esta situación, al identificar las causas de estos ruidos y movimientos sísmicos. El director del IIGEA, Carlos Del Ángel, explicó que las investigaciones realizadas han determinado que los crujidos subterráneos y microsismos son el resultado de la interacción de dos fallas geológicas ubicadas en la región. Estas fallas, que no habían sido previamente detectadas, se extienden desde Madín hasta Praderas de San Mateo y de Praderas a Jilotzingo. A pesar de la inquietud que han provocado, Del Ángel aseguró que estas fallas no representan un riesgo significativo para la población. En detalle, el estudio empleó un sismógrafo instalado en un domicilio de Praderas de San Mateo, que ha permitido obtener registros precisos de los movimientos del suelo. Carlos Del Ángel subrayó que los estruendos percibidos por los vecinos no son explosiones, como algunos temían, sino el resultado del choque de rocas debido a asentamientos en el subsuelo. Este fenómeno, además, es lo que origina los microsismos que han sido reportados en la zona. El director del IIGEA también destacó que, aunque la actividad sísmica es constante, la magnitud de los movimientos no superará los 3 grados en la escala de Richter. Esto significa que, en teoría, no habría un sismo de mayor intensidad que pudiera causar daños significativos en las viviendas de Praderas de San Mateo. Sin embargo, la presencia de un perímetro de 800 metros alrededor de un posible epicentro, asociado a las cavernas de la región, podría ser un foco de atención para futuros estudios. A pesar de la tranquilidad que estos hallazgos podrían ofrecer, muchos residentes han expresado su preocupación y miedo debido a la continuidad de los ruidos y movimientos sísmicos. Carlos Del Ángel advirtió que la población deberá acostumbrarse a estos fenómenos, ya que los movimientos seguirán ocurriendo en el futuro. "No se debe tener miedo, ya que teóricamente no se tendría un movimiento mayor a tres grados y los daños a viviendas serían mínimos", afirmó. Además, el estudio ha revelado que la zona afectada abarca un área de poco más de tres kilómetros, incluyendo localidades como Echegaray y Lomas Verdes. Los reportes de daños han sido analizados por el equipo del IIGEA, que se ha comprometido a mantener a la comunidad informada sobre los hallazgos y ofrecer acceso a los estudios a quienes estén interesados. Es importante mencionar que, a raíz de los ruidos y temblores, se han reportado casos de psicosis entre algunos niños y adultos mayores, quienes han visto su calidad de vida afectada por el temor constante. Esta situación resalta la necesidad de una adecuada comunicación entre las autoridades y la población, para que los habitantes puedan entender la naturaleza de estos fenómenos y reducir así su ansiedad. En un esfuerzo por brindar apoyo a la comunidad, el IIGEA ha puesto a disposición los resultados de su investigación, que pueden ser consultados en su página web. Esta iniciativa busca empoderar a los vecinos de Praderas de San Mateo, permitiéndoles estar informados y preparados ante la actividad geológica de la zona. En conclusión, aunque los estruendos subterráneos y microsismos han generado un clima de temor en Naucalpan, los estudios realizados ofrecen una perspectiva más clara y tranquilizadora. Con la información adecuada, los residentes pueden aprender a convivir con estos fenómenos y mantener la calma en su día a día, recordando siempre que la seguridad de la población es la prioridad en cualquier actividad geológica.