Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Este 4 de septiembre, a las 11:28 horas del centro del país, un sismo de magnitud 4.0 sacudió el estado de Michoacán, sorprendiendo a los pobladores de la región. Según el Servicio Sismológico Nacional (SSN), el epicentro del temblor se localizó a 51 kilómetros al oeste de Huetamo y a una profundidad de 48.6 kilómetros. Aunque la magnitud no es inusual en esta zona sísmica del país, el evento sí generó preocupación entre los habitantes, quienes están acostumbrados a la actividad sísmica pero siempre alertas ante cualquier eventualidad. El sismo tuvo lugar en un área conocida por su actividad tectónica, lo que hace que su población esté más preparada y consciente de las recomendaciones para enfrentar estos fenómenos naturales. Pese a que no se reportaron daños significativos ni víctimas, la alerta sobre la posibilidad de réplicas y la necesidad de mantener la calma fueron comunicadas rápidamente por las autoridades. El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) hizo un llamado a la población para que se informe exclusivamente a través de fuentes oficiales, enfatizando la importancia de no caer en rumores o noticias falsas que pueden generar pánico innecesario. La confiabilidad de la información es crucial en momentos como este, donde la confusión puede llevar a decisiones precipitadas. Entre las recomendaciones que se dieron a conocer tras el sismo, se encuentra la importancia de revisar las viviendas en busca de posibles daños. Se aconseja no utilizar el celular a menos que sea estrictamente necesario, para evitar la congestión de las redes y asegurar que las líneas de comunicación permanezcan abiertas para emergencias. Además, es fundamental no encender cerillos o velas hasta asegurar que no haya fugas de gas, dado el riesgo que esto puede implicar. El Cenapred también recordó a la población que es primordial estar alerta ante la posibilidad de réplicas del sismo, que pueden ocurrir en los minutos, horas o incluso días siguientes. Mantenerse informado y preparado es clave para minimizar riesgos y garantizar la seguridad personal y familiar. Por ello, se recomienda que en cada hogar se tenga un plan de protección civil y que se organicen simulacros de evacuación. Los expertos sugieren que se identifiquen zonas de seguridad en la casa, la escuela o el lugar de trabajo, así como preparar una mochila de emergencia que contenga elementos básicos como agua, comida no perecedera, linterna y botiquín de primeros auxilios. Estas acciones preventivas pueden hacer una gran diferencia en caso de que una situación de emergencia se presente. Durante un sismo, es esencial conservar la calma. La recomendación es ubicarse en una zona segura, alejada de objetos que puedan caer y que representen un peligro. Si se está al volante, lo mejor es estacionar el vehículo en un lugar seguro y alejarse de edificios, árboles y postes eléctricos. En el caso de quienes se encuentren en zonas costeras, es vital alejarse de la playa y buscar refugio en áreas más elevadas, considerando el riesgo de tsunamis. Si bien la magnitud del sismo fue moderada, siempre es un recordatorio de la actividad sísmica que caracteriza a México y de la importancia de estar preparado. Las autoridades continúan monitoreando la situación y están listas para actuar en caso de ser necesario. La comunidad, por su parte, se mantiene alerta y unida, recordando que la prevención y la educación son las mejores herramientas para enfrentar situaciones de riesgo. El sismo de este 4 de septiembre es un nuevo recordatorio de la fortaleza de los mexicanos ante la adversidad. La cultura de la prevención y la información adecuada son fundamentales para minimizar los efectos de estos fenómenos naturales. La capacidad de respuesta de la población y la coordinación con las autoridades son factores clave que marcan la diferencia en la seguridad y protección de los ciudadanos en momentos de crisis.