Incendios en Ecuador: Urge un cambio en la gestión y educación ambiental

Incendios en Ecuador: Urge un cambio en la gestión y educación ambiental

Los incendios forestales en Ecuador siguen activos, afectando a Loja y Cotopaxi, mientras expertos critican la falta de preparación y coordinación.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro

La situación de los incendios forestales en Ecuador se ha vuelto alarmante, especialmente con los recientes incendios que afectan a las provincias de Loja y Cotopaxi. A pesar de la intervención de un helicóptero militar peruano que ha aportado más de tres mil litros de agua para sofocar el incendio en Quinara, el fuego ha continuado activo durante más de 12 días y ha generado emergencias en las parroquias vecinas de Malacatos y Vilcabamba. La respuesta local, aunque efectiva en algunas medidas, ha sido cuestionada por expertos que consideran que las condiciones climáticas adversas estaban previstas y que la falta de preparación ha agravado la situación. Marlon Cárdenas, jefe de Bomberos de Loja, ha informado sobre las estrategias implementadas para combatir las llamas, que incluyen tanto operaciones aéreas como terrestres. Sin embargo, la naturaleza del terreno y los fuertes vientos, que superan los 70 kilómetros por hora, complican aún más las labores de extinción. La comunidad y las fuerzas armadas están abriendo caminos con herramientas rudimentarias como motosierras y machetes, lo que resalta la dificultad del acceso a las áreas afectadas. Los incendios no solo están limitados a Loja. En Sigchos, Cotopaxi, otro incendio significativo está causando estragos. Aunque las autoridades actúan enérgicamente, la falta de un plan coordinado ha sido evidente. Los expertos en medio ambiente, como Esteban Suárez, han subrayado que la educación y la conciencia sobre las causas de estos incendios son claves. Muchos de estos fuegos son provocados de manera intencionada, ya sea para limpiar tierras o alimentar ganado. Si hubiera campañas de prevención más efectivas, tal vez se podría haber evitado la magnitud de esta crisis. La crítica hacia la gestión de crisis ha sido unánime. José Salazar, ingeniero ambiental, sostiene que las autoridades, tanto locales como centrales, han fallado en su deber de coordinar esfuerzos para apagar los incendios. La falta de reacción rápida ha permitido que las llamas se propaguen, afectando a grandes áreas y poblaciones. La Constitución ecuatoriana establece que la gestión de emergencias de esta índole es competencia del Estado, lo que implica una responsabilidad clara que no ha sido cumplida. Por su parte, la falta de información sobre las zonas vulnerables a incendios forestales ha sido un tema recurrente entre los especialistas. Daniel Arteaga, experto de la UDLA, ha propuesto que se realicen actualizaciones periódicas de los mapas de riesgo. Con el cambio climático y las variaciones en la vegetación, es crucial que los estudios se mantengan al día para prevenir futuros desastres. La falta de campañas masivas de prevención ha sido un tema clave en los análisis de los expertos. Consideran que es imperativo que la población reciba información clara sobre los riesgos del clima seco y las prácticas que pueden prevenir incendios. Además, es importante educar sobre las sanciones a quienes provocan incendios, un aspecto que a menudo se pasa por alto en los discursos sobre prevención. La reciente tragedia en Ecuador no solo es una llamada de atención para la gestión de emergencias, sino también una oportunidad para replantear la forma en que se aborda la educación ambiental. Los incendios forestales son un fenómeno recurrente en muchas regiones del país, y es esencial que se desarrolle un enfoque más proactivo para mitigar su impacto. Mientras la comunidad lucha por controlar las llamas, la necesidad de un cambio en la política pública se vuelve cada vez más urgente. La gestión adecuada del medio ambiente y la educación de la población son componentes clave para evitar que estas crisis se repitan en el futuro. Al final del día, la responsabilidad recae no solo en las autoridades, sino también en cada uno de los ciudadanos. La prevención es un trabajo en conjunto que requiere el compromiso de todos. Con la esperanza de que no se repita una situación similar, Ecuador necesita un enfoque renovado y coordinado para proteger sus bosques y su biodiversidad.

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