Elle McPherson habla sobre su lucha contra el cáncer y sus elecciones de tratamiento poco convencionales.

Elle McPherson habla sobre su lucha contra el cáncer y sus elecciones de tratamiento poco convencionales.

Elle McPherson, ahora en remisión clínica de cáncer de mama, comparte sus elecciones de tratamiento poco convencionales en sus memorias, lo que genera reacciones mixtas.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud 03.09.2024

Elle McPherson, la icónica supermodelo y magnate de los negocios, está hablando sobre su reciente batalla contra el cáncer de mama, una revelación que forma parte de sus memorias, *Elle: Vida, Lecciones y Cómo Confiar en Uno Mismo*. En una entrevista con Woman's Weekly, McPherson, ahora de 60 años, compartió su viaje desde el diagnóstico hasta su estado actual de "remisión clínica", afirmando que se siente en "bienestar total". La noticia de su enfermedad le llegó a McPherson como un shock, describiéndola como inesperada y abrumadora. Esto la llevó a embarcarse en una profunda exploración personal mientras buscaba el camino adecuado para su tratamiento. "Fue un shock, fue inesperado, fue confuso, fue abrumador de tantas maneras", recordó. Para navegar este difícil periodo, McPherson consultó una extensa red de profesionales médicos—un total de 32 doctores y expertos—aunque no reveló sus identidades ni calificaciones. Finalmente, McPherson tomó la controvertida decisión de renunciar a la quimioterapia tradicional y optó por lo que ella denominó un "enfoque intuitivo, guiado por el corazón y holístico" para su tratamiento. En sus memorias, reflexiona sobre la complejidad de su elección, afirmando: "Llegué a la comprensión de que no había nada seguro y absolutamente ninguna garantía. No había una forma 'correcta', solo la forma correcta para mí". Su decisión no estuvo exenta de desafíos; se refirió al acto de rechazar tratamientos médicos estándar como la cosa más difícil que ha hecho, aunque sintió que ignorar sus propios instintos habría sido aún más difícil. Su viaje de sanación involucró ocho meses en una propiedad de alquiler en Phoenix, Arizona, donde estuvo bajo el cuidado de un diverso equipo de especialistas, incluyendo un naturópata, un osteópata y un quiropráctico. Sin embargo, las calificaciones de estos profesionales no han sido divulgadas, lo que plantea preguntas sobre la eficacia y seguridad de su camino elegido. Vale la pena señalar que investigaciones han demostrado que la dependencia de tratamientos alternativos puede estar vinculada a tasas de supervivencia más bajas entre los pacientes con cáncer. La elección de McPherson de seguir una ruta de tratamiento no convencional ha suscitado reacciones mixtas en su familia. Uno de sus hijos adolescentes la apoyó firmemente, mientras que el otro, con un punto de vista más tradicional, expresó su incomodidad con su decisión. No obstante, McPherson compartió que su familia se mantuvo solidaria, incluyendo a su expareja y padre de sus hijos, Arki Busson, quien describió su evitación de métodos convencionales como "extrema". Esta revelación marca un momento significativo en la vida y carrera de McPherson. Anteriormente, descubrió un quiste benigno en su seno en 2014, lo que puede haber influido en su perspectiva sobre su condición actual. A medida que continúa navegando su viaje de salud, la historia de McPherson sirve tanto como una advertencia como un testimonio de las complejidades de tomar decisiones de salud personal en medio de desafíos formidables.

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