Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El trágico caso de Emily Chesterton, una vibrante joven de 30 años cuya prometedora carrera en el teatro musical se vio truncada por un diagnóstico erróneo, ha generado una gran preocupación sobre el creciente papel de los asistentes médicos (PAs) en el Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido. Inicialmente, presentó síntomas que se alineaban con una embolia pulmonar, pero fue diagnosticada con un esguince y ansiedad en su consulta local. Solo unas semanas después, colapsó y falleció en camino al hospital. Los hallazgos del forense revelaron que, de haber sido evaluada y referida adecuadamente, probablemente habría sobrevivido. Esta conmovedora pérdida ha galvanizado a la familia de Chesterton, en particular a sus padres, Brendan y Marion, para abogar por una supervisión más estricta de los PAs, un rol que ha visto un aumento dramático en el NHS en las últimas dos décadas. En 2015, solo había 122 PAs en Inglaterra; para septiembre de 2023, esa cifra había aumentado a 3,300. Este incremento es parte de una tendencia más amplia en el sector de la salud, donde los roles de apoyo están en auge en medio de una escasez de mano de obra exacerbada por la pandemia de COVID-19. El concepto de "desplazamiento de tareas"—la práctica de delegar ciertas responsabilidades a personal menos calificado—se ha convertido en una estrategia común en los sistemas de salud de todo el mundo, con el objetivo de aliviar la presión del creciente demanda de pacientes. Sin embargo, expertos y profesionales de la salud están levantando alertas sobre las implicaciones de tales prácticas en la seguridad del paciente y la calidad de la atención. Alison Leary, profesora de salud, advierte sobre una posible "desprofesionalización" que ocurre dentro del sector público, a medida que el personal menos calificado comienza a asumir responsabilidades tradicionalmente reservadas para profesionales plenamente capacitados. Wes Streeting, el actual secretario de salud y atención social, reconoce el papel de los PAs, pero advierte que, debido a las limitaciones de personal, a veces operan más allá de su capacitación. Los críticos argumentan que depender en gran medida de personal menos experimentado podría poner en peligro la seguridad del paciente, un sentimiento que comparten los profesionales de la salud que relatan experiencias preocupantes al trabajar junto a PAs. Jennifer Barclay, una médica residente, relata un incidente particularmente alarmante en el que un error de juicio de un PA podría haber resultado en la muerte de un paciente. A pesar de las preocupaciones en curso, hay una creciente aceptación de los PAs en el sistema de salud, con algunos expertos sugiriendo que, cuando son supervisados adecuadamente, pueden complementar el trabajo de los profesionales calificados. Vari Drennan, profesora de políticas de salud, afirma que los PAs pueden proporcionar un apoyo esencial si se integran adecuadamente en el marco de atención médica. El reciente cambio hacia una mayor dependencia de los PAs plantea preguntas críticas sobre la claridad de sus roles y las expectativas que se les imponen. La Facultad de Asociados Médicos describe su formación como intensiva, sin embargo, los caminos para convertirse en PA son significativamente más cortos y menos costosos que los de un médico. Los salarios iniciales de los PAs también superan los de los médicos residentes en sus primeros años, lo que genera más preocupaciones sobre la dinámica de la fuerza laboral y la erosión de los salarios médicos. A medida que el NHS enfrenta un estrangulamiento financiero que ha dejado muchos puestos de enfermería y médicos vacantes durante una década, el plan del gobierno para aumentar el número de PAs y otros roles asociados parece estar decidido. Sin embargo, partes interesadas de diversas organizaciones de salud están pidiendo una reevaluación de esta estrategia, enfatizando la necesidad de priorizar la retención y capacitación de profesionales de salud plenamente calificados. El llamado de Marion Chesterton a regulaciones más estrictas y definiciones más claras del rol de los PA resuena con los sentimientos de muchos que se preocupan por las implicaciones a largo plazo de un sistema de salud cada vez más dependiente de personal menos experimentado. A medida que el NHS trabaja para implementar regulaciones para los PAs en diciembre, la familia Chesterton está decidida a mantener viva la memoria de Emily en estas discusiones, abogando por la seguridad y la claridad en la atención al paciente. Las lecciones de la trágica historia de Emily deberían servir como un poderoso recordatorio de la importancia de la supervisión y la rendición de cuentas en la atención médica. A medida que el Reino Unido continúa navegando por su cambiante panorama de salud, asegurar que cada paciente reciba la experiencia y la atención que merece debe seguir siendo una prioridad. El discurso en curso sobre los PAs no se trata solo de ajustar la dinámica de la fuerza laboral; se trata de salvaguardar vidas y garantizar que ninguna familia tenga que soportar el dolor que han experimentado los Chesterton.