Inundaciones en México: Urgen soluciones ante crisis en Guadalajara y Estado de México

En 2024, México enfrenta una situación crítica por las inundaciones que han afectado diversas regiones del país, siendo la Zona Metropolitana de Guadalajara una de las más golpeadas. Las recientes lluvias han generado la aparición de 15 nuevos puntos críticos de inundación, elevando el número total a 371 sitios recurrentes. Este fenómeno no solo ha causado estragos en la infraestructura urbana, sino que ha dejado al descubierto un problema estructural que requiere atención urgente. El Estado de México también ha sido víctima de esta crisis. En Chalco, más de 500 casas quedaron sumergidas bajo el agua, un escenario que se repite en otras localidades debido a la falta de mantenimiento y la inadecuada ejecución de proyectos de infraestructura, como el Colector de Solidaridad. La emergencia está lejos de ser un evento aislado; es el resultado de una acumulación de fallas en la planeación urbana y la gestión del agua. Los expertos coinciden en que la principal causa de las inundaciones en el país radica en una combinación de factores naturales y humanos. En primer lugar, el mal manejo del agua y la falta de infraestructura adecuada son determinantes. Muchas ciudades carecen de sistemas de drenaje pluvial que puedan evacuar grandes volúmenes de agua, lo que se agrava con la obstrucción y el mal diseño de los drenajes existentes. La falta de mantenimiento a estos sistemas ha llevado a que se conviertan en un foco de problemas durante las lluvias intensas. A esto se suma la urbanización descontrolada que ha caracterizado el crecimiento de muchas localidades, donde la construcción se ha llevado a cabo en áreas críticas, como cauces de ríos y zonas bajas. Este fenómeno ha impedido que el agua se infiltre en el suelo, aumentando la escorrentía superficial y, por ende, el riesgo de inundaciones. La pavimentación excesiva y la falta de espacios verdes agravan aún más esta situación. La deforestación y el cambio de uso de suelo también son factores que contribuyen a esta problemática. La desaparición de áreas naturales ha disminuido la capacidad del suelo para absorber agua, aumentando la cantidad de agua que fluye hacia áreas urbanas. La conversión de terrenos forestales en espacios agrícolas o industriales ha llevado a una pérdida significativa de la capacidad de retención de agua en el suelo. El cambio climático ha intensificado esta crisis, generando fenómenos meteorológicos extremos que provocan lluvias más intensas y repentinas. Estos eventos superan la capacidad de los sistemas de drenaje y ríos, lo que incrementa la posibilidad de inundaciones catastróficas en diversas regiones del país. La combinación de estos factores ha llevado a que muchas comunidades se vean atrapadas en un ciclo de vulnerabilidad. Las comunidades más afectadas suelen ser aquellas donde la población de bajos recursos se asienta en zonas no aptas para la construcción, como áreas cercanas a ríos o en cuencas. Esta situación ha expuesto a estas poblaciones a un mayor riesgo durante las lluvias intensas, aumentando su vulnerabilidad ante fenómenos climáticos adversos. Sin embargo, no todo son malas noticias. Iniciativas como el programa "Limpiemos Nuestro Estado", lanzado en el Estado de México, buscan abordar uno de los problemas fundamentales que generan inundaciones: la acumulación de basura en drenajes y colectores. Esta campaña integral, que involucra a la ciudadanía y a las autoridades locales, tiene como objetivo limpiar calles, parques y cuerpos de agua en los 125 municipios del estado. El programa no solo se enfoca en la recolección de desechos, sino que también busca educar a la población sobre la importancia del manejo responsable de los residuos. A través de jornadas de limpieza permanentes, se espera mejorar la calidad de vida en las comunidades y prevenir desastres como las recientes inundaciones en Chalco y Ecatepec. Estas acciones reflejan un esfuerzo por encontrar soluciones sostenibles y de largo plazo, movilizando a diversas entidades gubernamentales y sociales. A medida que el país enfrenta desafíos climáticos y urbanos, es fundamental que se implementen medidas adecuadas para proteger a las comunidades más vulnerables y garantizar un manejo efectivo de los recursos hídricos. La esperanza radica en que, con la unión de esfuerzos y una mejor planeación, se logre mitigar el impacto de las inundaciones y mejorar la calidad de vida de todos los mexicanos.