Crisis de viruela símica en RDC: urgencia de ayuda y recursos vitales

Crisis de viruela símica en RDC: urgencia de ayuda y recursos vitales

La República Democrática del Congo enfrenta un alarmante brote de viruela símica, con falta de vacunas y recursos para combatir la crisis sanitaria.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Salud 01.09.2024

La República Democrática del Congo (RDC) se encuentra en una encrucijada crítica frente a un resurgimiento de la viruela símica, conocido también como mpox, y la situación es alarmante. A pesar de ser el epicentro del brote, el país no cuenta con las herramientas esenciales para hacer frente a esta crisis sanitaria. La falta de vacunas, pruebas y tratamientos ha puesto en evidencia las debilidades de un sistema de salud que ya estaba frágil antes de que esta enfermedad empezara a propagarse. Desde que se identificaron los primeros casos de viruela símica, los funcionarios de salud han clamado por ayuda, pero el panorama sigue siendo desolador. La infraestructura sanitaria en la RDC es insuficiente para diagnosticar los casos de viruela símica, lo que ha dificultado la identificación de contactos y el establecimiento de la verdadera magnitud de esta emergencia. A medida que la transmisión de la enfermedad se intensifica y su presentación se transforma, las autoridades se encuentran atrapadas en una lucha cada vez más complicada. La falta de un tratamiento antiviral efectivo es otro de los grandes obstáculos que enfrenta el país. A día de hoy, no existe ninguna terapia específica que combata el virus en la RDC. Esta carencia se agrava con la escasez de medicamentos que podrían aliviar los sufrimientos de quienes padecen las dolorosas lesiones que causa la viruela símica. La atención médica básica, que podría mejorar las tasas de supervivencia, es un lujo que el sistema de salud local no puede proporcionar, dejando a los infectados en una situación de vulnerabilidad extrema. A pesar de la creciente preocupación internacional, el país aún no ha recibido las vacunas necesarias para lanzar una campaña de inmunización. La ausencia de vacunas no solo pone en riesgo a los trabajadores de salud, quienes están en la primera línea de la respuesta a la enfermedad, sino también a los contactos cercanos de los infectados. Sin una estrategia de vacunación clara y efectiva, la propagación del virus es prácticamente inevitable. Jean-Jacques Muyembe-Tamfum, director del Instituto Nacional de Investigaciones Biomédicas, expresó su frustración ante la falta de apoyo internacional tras la declaración de emergencia por parte de la Organización Mundial de la Salud en 2022. "Creímos que recibiríamos ayuda con la vigilancia y para comprender de verdad esta enfermedad", comentó, reflejando la decepción que sienten muchos en el sector salud en la RDC. La necesidad de colaboración y recursos es más urgente que nunca. La situación se torna aún más complicada cuando se considera que las comunidades afectadas suelen estar desinformadas sobre la viruela símica. La falta de información precisa y accesible puede llevar a la desconfianza en los sistemas de salud, exacerbando la propagación del virus. Es fundamental que se implementen programas de educación y concienciación en las comunidades para ayudar a mitigar estos riesgos. Internacionalmente, la RDC ha sido objeto de atención y preocupación, pero las respuestas concretas han sido limitadas. La comunidad internacional, incluidos organismos de salud pública, debe hacer un llamado urgente a la acción. La falta de inversión y apoyo en una nación que lidia con crisis recurrentes no solo perpetúa la tragedia local, sino que también puede tener repercusiones globales si la enfermedad se propaga más allá de sus fronteras. Es imperativo que se tomen medidas inmediatas para fortalecer el sistema de salud en la RDC. Esto incluye el envío de pruebas diagnósticas, tratamientos y vacunas, así como recursos para la educación y prevención de la salud pública. Sin estas intervenciones, el país no solo enfrentará un brote de viruela símica sin precedentes, sino que también podría estar en riesgo de ver aumentar el sufrimiento humano en medio de una crisis de salud que podría haberse evitado. El tiempo es esencial. Con cada día que pasa, el riesgo de que la viruela símica se propague sigue aumentando. Las historias de aquellos que sufren en la RDC merecen ser escuchadas y es un llamado a la acción para que el mundo no se quede de brazos cruzados frente a esta crisis sanitaria. La lucha contra la viruela símica en la República Democrática del Congo es un recordatorio sombrío de que las vulnerabilidades de los sistemas de salud en el mundo no pueden ser ignoradas, ya que la salud de una nación es, en última instancia, un asunto de salud global.

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