Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La baronesa Tanni Grey-Thompson, una destacada defensora de los derechos de las personas con discapacidad, ha expresado recientemente su frustración tras un inquietante incidente durante su viaje en tren, pidiendo cambios significativos en la forma en que las compañías ferroviarias manejan la asistencia para los pasajeros con discapacidad. Sus comentarios llegan en un momento en que los problemas de accesibilidad en los viajes en tren en el Reino Unido están bajo un escrutinio cada vez mayor. En un viaje reciente, Grey-Thompson abordó el tren de las 19:45 desde Leeds, eligiendo un tren más tarde después de que no se le proporcionara la asistencia necesaria para su viaje originalmente reservado a las 19:15. La situación pone de manifiesto un problema sistémico que enfrentan muchos viajeros con discapacidad: la inconsistencia y falta de fiabilidad del apoyo al que tienen derecho al utilizar el transporte público. Grey-Thompson reiteró que el personal que le ayudó a subir al tren estaba al tanto de su destino, pero aún faltaban las preparaciones necesarias. El Comité Asesor de Transporte para Personas con Discapacidad había estimado previamente que lograr acceso sin escalones en todas las estaciones de tren del Reino Unido a estándares modernos podría tardar la asombrosa cifra de 100 años y costar más de £3.75 mil millones. Esta dura proyección subraya la urgente necesidad de un enfoque más proactivo hacia la accesibilidad en los viajes en tren, particularmente dado que el ritmo actual de cambio parece insuficiente para satisfacer las necesidades de los pasajeros con discapacidad. Grey-Thompson ha pedido un sistema de informes más efectivo para los "asistencias perdidas", situaciones en las que el personal no proporciona la asistencia necesaria a los viajeros con discapacidad. Sugerió que estos fallos deberían ser informados directamente a la Oficina de Ferrocarriles y Carreteras (ORR) en lugar de depender del largo y a menudo desalentador proceso de buscar compensación a través de canales legales. "Estamos en un punto ahora... donde debe haber severas penalizaciones para las compañías de tren por fallos", afirmó, enfatizando que consecuencias más estrictas podrían servir como un catalizador para el cambio en la industria. Además de mejorar los mecanismos de informes, Grey-Thompson criticó el actual sistema de reservas en línea para viajes asistidos, describiéndolo como "caótico". Subrayó la importancia de capacitar al personal ferroviario sobre los derechos legales de los pasajeros con discapacidad, reforzando que deberían poder viajar libremente y con dignidad sin la ansiedad de si se proporcionará asistencia. La ORR, que hace cumplir el cumplimiento de las políticas de viaje accesible, sostiene que los pasajeros tienen derecho a solicitar asistencia del personal en cualquier estación, siempre que los recursos estén disponibles. Sin embargo, la experiencia de Grey-Thompson plantea preguntas sobre la efectividad de estas políticas en la práctica, particularmente para aquellos que dependen de ellas para un viaje seguro y cómodo. A medida que la conversación sobre la accesibilidad en el transporte público se intensifica, la demanda de soluciones creativas y prácticas responsables en la industria ferroviaria se vuelve más crucial que nunca. Las experiencias de la baronesa Grey-Thompson sirven no solo como una anécdota personal, sino como un punto de reunión para defensores y responsables políticos por igual para impulsar una reforma significativa en la búsqueda de un acceso equitativo al transporte para todos.