Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una reciente entrevista con Ecuadorenvivo.com, Catalina Botero, ex Relatora para la Libertad de Expresión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ofrece una visión crítica sobre la situación de derechos humanos y, en particular, la libertad de expresión en varios países de América Latina. A medida que la región enfrenta un enemigo común –el narcotráfico y su interconexión con la política– Botero destaca el impacto negativo que estas dinámicas tienen en la democracia y la libertad de prensa. La jurista colombiana expresa su preocupación por lo que está sucediendo en naciones como Ecuador, Perú, Argentina, El Salvador, México y Colombia. En su análisis, Catalina señala que, mientras algunos países como Uruguay brillan por su compromiso con la libertad de expresión, otros enfrentan desafíos alarmantes. La situación en Uruguay es descrita como un ejemplo a seguir, donde la sociedad valora este derecho fundamental y existe un sistema plural que permite el debate entre diversas ideologías. Sin embargo, el panorama se torna sombrío en otros países. En Argentina, la llegada al poder de Javier Milei ha generado inquietudes, pues el presidente ha comenzado a estigmatizar a los medios de comunicación, socavando uno de los pilares esenciales de la democracia: la libertad de expresión. Esta actitud, según Botero, puede dar lugar a una atmósfera hostil hacia aquellos que ejercen la crítica, una tendencia que se observa también en otros países de la región. Ecuador, en particular, ha sido objeto de un análisis exhaustivo por parte de Botero. Recordó el asesinato del periodista Fernando Villavicencio como un claro indicador de los peligros que enfrentan quienes se dedican al periodismo en el país. La ex Relatora apuntó que el legado del gobierno de Rafael Correa marcó un punto bajo en la protección de la libertad de expresión, y aún persisten amenazas significativas que limitan esta libertad. La situación también es alarmante en Perú, donde el contexto de corrupción ha llevado a la judicialización de periodistas que han denunciado casos clave, como el de Lava Jato. La creación de páginas web falsas para criminalizar a estos profesionales es un claro ejemplo de la guerra que se libra contra la prensa libre en el país. Botero subraya la valentía de los periodistas peruanos y la necesidad de respaldar su trabajo ante un entorno adverso. En contraste, Guatemala ha mostrado un giro positivo bajo la administración de Bernardo Arévalo. Botero celebra los avances en la restauración de la libertad de expresión, destacando un caso reciente en el que un periodista fue exonerado de acusaciones infundadas. Esta revitalización del entorno mediático en Guatemala es vista como una señal de esperanza en medio de una región marcada por la represión. Con respecto a México, la situación es igualmente preocupante, con una creciente estigmatización de los periodistas y un aumento notable en los asesinatos de comunicadores. Botero enfatiza que este contexto no solo pone en riesgo a los periodistas, sino que también socava la calidad de la democracia en el país. La relación entre el gobierno y los medios de comunicación es tensa, y la falta de un respaldo sólido a la libertad de prensa es una preocupación crítica. Colombia presenta un caso más matizado. Aunque la relación del presidente Gustavo Petro con los medios ha sido problemático, Botero observa una independencia del Poder Judicial que aún protege la libertad de expresión. No obstante, la jurista insta a Petro a ser cauteloso en sus comentarios sobre la prensa, subrayando la necesidad de un discurso político que respalde el trabajo periodístico, incluso cuando este critique a quienes están en el poder. En su análisis, Botero no duda en calificar el narcotráfico y el crimen organizado como algunas de las amenazas más graves para la democracia en América Latina. Ella aboga por la implementación de programas de seguridad transnacional que prioricen la protección de la libertad de expresión y el trabajo periodístico. Propone la creación de sistemas de protección robustos para periodistas, acompañados por un marco legal que garantice su seguridad y el respeto a su labor. Finalmente, Catalina Botero hace un llamado a la comunidad internacional para no olvidar a la sociedad civil venezolana, apelando a la responsabilidad colectiva de replicar sus mensajes en foros internacionales y en la prensa. La defensora de la libertad de expresión enfatiza que es crucial mantener la atención sobre la difícil situación en Venezuela, donde la valentía de sus ciudadanos merece ser reconocida y respaldada por el resto de la región. En un contexto donde la libertad de expresión enfrenta desafíos constantes, Botero resalta la importancia de la solidaridad y la acción colectiva para proteger los derechos fundamentales en América Latina.