Temblor en Los Santos genera preocupación y refuerza la importancia de la preparación

Temblor en Los Santos genera preocupación y refuerza la importancia de la preparación

Un temblor en Los Santos, Santander, causó alarma. El SGC instó a reportar incidencias y destacó la importancia de la preparación ante sismos.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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En la mañana del 30 de agosto, un temblor sacudió la localidad de Los Santos, en el departamento de Santander, generando preocupación entre los habitantes de la región. El evento sísmico se registró a una profundidad superficial, lo que permitió que muchos residentes lo sintieran con claridad. El Servicio Geológico Colombiano (SGC) fue la entidad encargada de informar sobre la magnitud y características de este fenómeno natural, instando a los ciudadanos a reportar cualquier incidencia en el sitio web habilitado para tal fin: https://sismosentido.sgc.gov.co. Colombia es un país reconocido por su actividad sísmica, resultado de la interacción de varias placas tectónicas que convergen en su territorio, tales como la placa de Nazca, la de Sudamérica y la del Caribe. Esta interacción genera una dinámica geológica compleja, donde los sismos son un fenómeno recurrente en la mayoría de las regiones del país. Se estima que, en promedio, suceden unos 2.500 sismos mensuales, lo que equivale a aproximadamente 80 temblores diarios, aunque la mayoría pasa desapercibido para la población. Los lugares más propensos a experimentar sismos son las costas del Pacífico y del Caribe, así como las zonas montañosas del país. Sin embargo, como se demostró en Los Santos, un temblor puede ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento, lo que resalta la importancia de que la población esté educada y preparada para responder ante tales situaciones. Es fundamental que las personas que residen en zonas sísmicamente activas conozcan los riesgos a los que están expuestas y sepan cómo actuar en caso de un temblor. En este contexto, el SGC ha enfatizado que, aunque se perciba una mayor frecuencia de sismos, esto se debe, en gran parte, a un aumento en la capacidad de detección y a la disponibilidad de recursos tecnológicos que hacen más visible esta actividad sísmica. El impacto de un sismo en la población depende no solo de su magnitud, sino también de su profundidad y de la distancia del epicentro a donde se encuentran las personas. Por esta razón, el SGC ha creado una plataforma donde los ciudadanos pueden reportar su experiencia tras sentir un sismo. Esta información es vital para estimar los efectos del evento y permite a los organismos de emergencia actuar de manera más efectiva y oportuna. La ocurrencia de sismos se produce debido a la liberación de energía acumulada en las placas tectónicas. Esta energía se disipa en forma de ondas que, al llegar a la superficie, provocan movimientos perceptibles. La naturaleza de estos movimientos puede variar considerablemente, y en algunos casos pueden ocasionar daños a estructuras y al medio ambiente, como deslizamientos de tierra o agrietamientos en el terreno. Los temblores pueden tener diferentes orígenes. Principalmente, se debe a los movimientos de las placas tectónicas, pero también hay sismos volcánicos producidos por la actividad de los volcanes y, en menor medida, por actividades humanas como la extracción de recursos energéticos. La magnitud y profundidad de un sismo se determinan a partir de datos obtenidos por equipos de monitoreo que registran los movimientos del terreno en diferentes estaciones a lo largo del país. Con el avance de la tecnología, las metodologías para medir los sismos han mejorado considerablemente. Anteriormente se utilizaba la escala de Richter, pero hoy en día se prefiere la escala de magnitud de momento, que ofrece una medición más precisa y universal de la energía liberada durante un sismo. Por tanto, es más correcto referirse a un sismo en términos de su magnitud específica. La profundización en la comprensión de los sismos es clave para la seguridad de los ciudadanos. Las diferencias en los tiempos de llegada de las ondas sísmicas a las estaciones de monitoreo permiten no solo determinar la magnitud, sino también la localización y la profundidad del temblor. Estas mediciones son esenciales para el manejo de emergencias y para la implementación de planes de prevención y respuesta. Finalmente, de acuerdo con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), es crucial que la población esté informada sobre las medidas a seguir en caso de un temblor, como buscar refugio en un lugar seguro, alejarse de ventanas y objetos que puedan caer, y estar atentos a las recomendaciones de las autoridades. La preparación y la educación son herramientas fundamentales para enfrentar este tipo de fenómenos naturales, que, aunque no se pueden prevenir, se pueden gestionar para minimizar sus efectos.

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