Los comentarios de Trump sobre la prohibición del aborto de seis semanas generan reacciones negativas entre sus aliados provida de cara a 2024.

Los comentarios de Trump sobre la prohibición del aborto de seis semanas generan reacciones negativas entre sus aliados provida de cara a 2024.

Los comentarios de Trump sobre la prohibición del aborto de seis semanas en Florida generan reacciones negativas de aliados antiaborto, poniendo en riesgo el apoyo antes de las elecciones de 2024.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 30.08.2024

Los recientes comentarios de Donald Trump sobre la prohibición del aborto de seis semanas en Florida han desatado una reacción negativa por parte de algunos de sus aliados más fervientes dentro del movimiento antiaborto, destacando una creciente división que podría tener importantes implicaciones para su campaña presidencial de 2024. En un evento reciente, Trump declaró: "Creo que seis semanas es muy poco. Tiene que haber más tiempo", lo que provocó críticas de comentaristas y líderes conservadores que ven su postura como una traición a la causa pro-vida. No es la primera vez que Trump expresa su descontento con el límite de seis semanas. En septiembre pasado, se refirió a la decisión del gobernador de Florida, Ron DeSantis, de firmar la prohibición como un "terrible error", comentarios que se hicieron durante un período en el que DeSantis competía por apoyo en las primarias republicanas contra Trump. A medida que el Partido Republicano se prepara para las próximas elecciones, las declaraciones de Trump han generado preocupaciones sobre su capacidad para mantener el apoyo de la comunidad pro-vida, un grupo demográfico que ha desempeñado un papel fundamental en la formación de la política conservadora en EE. UU. El comentarista conservador Erick Erickson no se anduvo con rodeos, afirmando que los comentarios de Trump podrían alienar a votantes pro-vida vitales. "Si Donald Trump pierde, hoy es el día en que perdió", escribió en las redes sociales. Argumentó que la comunidad pro-vida comprometida, aunque anteriormente estaba dispuesta a pasar por alto ciertos problemas nacionales relacionados con el aborto, encontraría difícil reconciliar la posición de Trump sobre la prohibición de Florida. Albert Mohler Jr., presidente del Seminario Teológico Bautista del Sur, expresó un sentimiento similar, sugiriendo que los comentarios de Trump parecían distanciarlo intencionalmente de los votantes pro-vida. "Los votantes cristianos pro-vida tendrán que pensar de manera clara, honesta y sobria sobre nuestro desafío en esta elección", declaró Mohler, enfatizando la importancia de la unidad dentro del movimiento a medida que se acerca la elección. El trasfondo de esta controversia es una iniciativa en la boleta de noviembre en Florida que busca enmendar la constitución estatal para proteger el acceso al aborto hasta el punto de viabilidad fetal, que generalmente ocurre entre las 23 y 25 semanas de embarazo. Actualmente, Florida tiene una prohibición casi total del aborto, lo que ha suscitado críticas generalizadas, especialmente dado que muchas mujeres pueden no darse cuenta de que están embarazadas hasta después de que se cierre la ventana de seis semanas. La enmienda propuesta tiene como objetivo establecer un marco más flexible, afirmando: "Ninguna ley deberá prohibir, penalizar, retrasar o restringir el aborto antes de la viabilidad o cuando sea necesario para proteger la salud del paciente, según lo determine el proveedor de atención médica del paciente." Los votantes tendrán que elegir entre dos opciones: apoyar o rechazar la enmienda. A pesar del creciente sentimiento en contra de la prohibición de seis semanas, la campaña de Trump se ha mantenido ambigua respecto a su posición oficial sobre la iniciativa de la boleta. Un portavoz de la campaña señaló que Trump aún no ha declarado públicamente cómo votará, pero reiteró su creencia de que el límite de seis semanas es insuficiente. Mientras tanto, el senador JD Vance, uno de los compañeros de fórmula de Trump, ha sugerido que Trump anunciará su decisión de voto basada en su propio juicio, añadiendo otra capa de incertidumbre a la postura de la campaña. A medida que el panorama político cambia tras la decisión de la Corte Suprema de anular Roe v. Wade, el aborto ha emergido como un tema central en la carrera presidencial de 2024. Los datos de encuestas reflejan un cambio significativo en la opinión pública sobre el acceso al aborto, con una encuesta de julio de la Universidad del Norte de Florida que indica que el 69% de los votantes probables apoya la propuesta de enmienda constitucional en Florida. La alineación histórica de Trump con la derecha religiosa, que en gran medida aboga por restricciones al aborto, complica esta narrativa en evolución. Sus compromisos previos de nombrar jueces conservadores que anularan Roe v. Wade le otorgaron un apoyo sustancial de votantes antiaborto durante su primera campaña. Sin embargo, a medida que su retórica toma un giro diferente, queda por ver si puede navegar estas aguas turbulentas sin perder el apoyo crítico de los votantes. Con la elección acercándose, las dinámicas del movimiento antiaborto y su relación con Trump serán fundamentales para determinar la efectividad de su estrategia de campaña.

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