Tormenta tropical Shanshan azota Japón con inundaciones y caos en Tokio y Kyushu

Tormenta tropical Shanshan azota Japón con inundaciones y caos en Tokio y Kyushu

La tormenta tropical Shanshan causa graves inundaciones en Japón, afectando Tokio y la región de Kyushu, con múltiples evacuaciones y daños.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Una tormenta tropical de movimiento lento ha desatado su furia en Japón, afectando gravemente tanto la región sur como la capital, Tokio. El fenómeno meteorológico, conocido como tormenta tropical Shanshan, tocó tierra el jueves en la isla de Kyushu y, aunque ha comenzado a debilitarse, su desplazamiento lento ha intensificado las lluvias en un amplio sector del país. Este viernes, la situación se tornó crítica, con graves inundaciones y bloqueos de tráfico que han dejado a muchas personas atrapadas y causando estragos en la vida cotidiana de millones de japoneses. Las precipitaciones han sido especialmente severas en la prefectura de Kanagawa, al oeste de Tokio, donde las calles se han transformado en ríos y los vehículos han quedado sumergidos. Imágenes transmitidas por la televisión NHK mostraron cómo el agua turbia del río Meguro, una de las arterias fluviales más famosas de la capital, superó sus niveles habituales, arrastrando consigo todo a su paso. La situación ha llevado a las autoridades a emitir alertas sobre el riesgo de deslizamientos de tierra, tanto en la propia Tokio como en las prefecturas circundantes. En Hiratsuka, una de las ciudades más afectadas, numerosos automóviles quedaron atrapados en un aparcamiento inundado, con el agua alcanzando los ventanales de los vehículos. Algunos peatones se vieron obligados a vadear el agua que les llegaba hasta los muslos, una escena que ilustra la gravedad del desastre. En Ninomiya, otra localidad de Kanagawa, las aguas de un río se desbordaron, atrapando a conductores en las calles y dejando ramas de árboles atascadas en puentes. La tormenta tropical Shanshan, con vientos sostenidos de 72 km/h, ha azotado a Japón con una violencia inusitada. Según la Agencia Meteorológica de Japón, la tormenta se desplazaba hacia el este a una velocidad de tan solo 10 km/h, lo que ha prolongado las lluvias y aumentado el riesgo de desastres naturales en un contexto ya de por sí vulnerable. Las autoridades han estimado que se podrían registrar hasta 30 cm de lluvia en la isla de Shikoku y en el centro de Japón, mientras que Tokio podría experimentar hasta 15 cm en las próximas 24 horas. La afectación no se limita solo a la infraestructura y al tráfico. En la región de Kyushu, unos 80 habitantes han resultado heridos debido a la tormenta, mientras que dos personas se mantienen desaparecidas tras un corrimiento de tierra que dejó tres muertos antes del impacto del tifón. La magnitud de la tormenta ha forzado la cancelación de cientos de vuelos en el suroeste del país, así como la suspensión del servicio de trenes de alta velocidad Shinkansen entre Tokio y Osaka, lo que ha generado un caos considerable en el transporte. Los efectos de la tormenta se han sentido en el comercio y la producción industrial. La mayoría de los servicios postales y de entrega han sido suspendidos en las regiones más afectadas, lo que ha llevado a la clausura temporal de supermercados y negocios en Kyushu y Shikoku. Incluso los grandes fabricantes automovilísticos, como Toyota y Mazda, se vieron obligados a cerrar sus fábricas en las zonas impactadas debido a la inclemencia del tiempo. La situación en las zonas ribereñas es crítica, con la posibilidad de que las lluvias continuadas agraven aún más la situación en las áreas que ya están bajo amenaza de inundaciones. Los expertos advierten que el lento movimiento de la tormenta no solo incrementa la cantidad de lluvia, sino que también prolonga el tiempo de exposición a condiciones climáticas severas, lo que podría resultar en más daños y dificultades para las comunidades locales. Algunos residentes han comenzado a compartir sus experiencias a través de las redes sociales, mostrando imágenes de la devastación y la lucha diaria para enfrentar las inclemencias del tiempo. Las comunidades afectadas están recibiendo asistencia de los gobiernos locales y organizaciones de socorro, que están trabajando para brindar apoyo a quienes han perdido sus hogares o se han visto desplazados por la inundación. Sin embargo, el camino hacia la recuperación se presenta largo y tortuoso. Las lecciones de desastres anteriores en Japón resaltan la importancia de la preparación y la resiliencia ante fenómenos naturales cada vez más intensos. A medida que la tormenta Shanshan continúa su curso, el país se aferra a la esperanza de que las lluvias disminuyan pronto y de que la recuperación sea lo más rápida y efectiva posible.

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