Crisis política en Israel tras acusaciones de Lapid sobre seguridad y liderazgo

Crisis política en Israel tras acusaciones de Lapid sobre seguridad y liderazgo

La tensión política en Israel aumenta tras acusaciones de Lapid a Netanyahu por ignorar advertencias sobre ataques de Hamás, tras el ataque del 7 de octubre.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 29.08.2024

El clima político en Israel se ha vuelto aún más tenso tras las declaraciones del líder de la oposición, Yair Lapid, quien ha utilizado la plataforma de una comisión civil de investigación para acusar al primer ministro Benjamín Netanyahu de ignorar advertencias cruciales sobre la amenaza de ataques por parte de milicias palestinas. Estas acusaciones surgieron en el contexto del devastador ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre, que resultó en la muerte de 1.200 personas y la toma de rehenes. Lapid ha revelado que, en julio de 2023, recibió un informe del jefe del servicio de inteligencia interno, Shin Bet, que contenía “advertencias sin precedentes” sobre la seguridad nacional. Según Lapid, el contenido del informe hizo eco de una creciente polarización en Israel, alimentada por la controvertida reforma judicial del gobierno de Netanyahu, que había provocado masivas manifestaciones ciudadanas. Un momento crucial en esta narrativa fue el 21 de agosto, cuando el general Avi Gil, asesor militar de Netanyahu, presentó un informe que alertaba sobre la "debilidad" percibida en Israel frente a sus enemigos, especialmente Irán y sus aliados. Sin embargo, Lapid sostiene que la reacción de Netanyahu fue de indiferencia, lo que pone en cuestión la efectividad del liderazgo en tiempos de crisis. El líder del partido Yesh Atid no solo se ha centrado en Netanyahu; también ha responsabilizado a la élite de Defensa por no actuar sobre las advertencias recibidas. Según Lapid, hubo una falta de respuesta clara ante señales de alerta, lo que sugiere una desconexión entre las evaluaciones de los servicios de inteligencia y la toma de decisiones en el ámbito político. Por su parte, el partido Likud, que lidera Netanyahu, ha salido al paso de las declaraciones de Lapid, descalificando las afirmaciones como mentiras. A través de un comunicado, el partido afirmó que Netanyahu no había recibido ninguna advertencia sobre el ataque de Hamás, contradiciendo así las declaraciones de Lapid y sugiriendo que el ex primer ministro está buscando sacar ventaja política de la tragedia. A medida que se desarrolla esta crisis, Lapid ha enfatizado la gravedad de la situación, argumentando que la disuasión de Israel frente a sus enemigos ha disminuido dramáticamente. Esto no solo resuena dentro del ámbito político, sino que también plantea serias preguntas sobre la preparación militar y la estabilidad interna del país. Lapid también ha indicado que el presidente de Israel, Isaac Herzog, estaba al tanto de las advertencias y ha instado a que se asuman responsabilidades en todos los niveles. La falta de acción ha sido un punto clave de su crítica, sugiriendo que la burocracia del establishment de Defensa no estuvo a la altura de la situación. El ataque de Hamás, que incluyó el lanzamiento de aproximadamente 3.000 cohetes y la infiltración de milicias, no solo ha expuesto una crisis de seguridad en Israel, sino que también ha dejado al país enfrentando un dilema político significativo. Netanyahu, a pesar de las presiones para establecer una comisión de investigación estatal, ha eludido esa responsabilidad, lo que ha avivado aún más las críticas en su contra. Mientras tanto, un comité del Parlamento continúa supervisando las investigaciones internas del Ejército, una acción que podría ser vista como un intento de restablecer la confianza pública en las capacidades defensivas del país. Sin embargo, la falta de claridad y la desconfianza en el liderazgo continúan marcando el ambiente político, lo que podría tener repercusiones duraderas para la estabilidad de Israel. La situación no solo es un desafío para Netanyahu, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro del liderazgo y la unidad nacional en un momento de crisis. La lucha dentro del gobierno y la oposición por el control narrativo de los eventos está lejos de terminar, y las implicaciones podrían repercutir más allá de las fronteras de Israel, afectando la dinámica regional en el Medio Oriente.

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