Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una conmovedora e inspiradora historia que subraya el espíritu de resiliencia y determinación, Guillaume Junior Atangana, un velocista de 25 años que se trasladó a Bradford desde Camerún, ha sido anunciado como el portaestandarte del equipo de refugiados en los próximos Juegos Paralímpicos de París 2024. Este papel significativo es un testimonio tanto de su trayectoria personal como de la fortaleza de la comunidad de refugiados. Atangana, quien tiene discapacidad visual, competirá en la prueba de 400 metros T11 junto a su guía, Donard Nyamjua, de 32 años. El dúo representó anteriormente a Camerún en los Juegos Paralímpicos de Tokio en 2020, mostrando su talento atlético en un escenario internacional. Después de participar en los Juegos de la Mancomunidad de 2022 en Birmingham, tomaron la trascendental decisión de buscar refugio en el Reino Unido, donde ahora entrenan en el Club de Atletismo para Personas con Discapacidad de Bradford, Keighley y Skipton (BKS). Su selección como portaestandarte del equipo no solo es un logro personal, sino que también sirve como un símbolo de esperanza para muchos que han experimentado luchas similares. Atangana expresó sus sentimientos sobre este honor, afirmando que se sentía "muy conmovido y feliz" de llevar la bandera. Este sentimiento resuena profundamente, ya que refleja el orgullo y el empoderamiento que experimentan los atletas que han enfrentado adversidades pero que continúan esforzándose por la excelencia. La decisión de nombrar a Atangana como portaestandarte destaca la importancia de la inclusión y la representación dentro del movimiento paralímpico. Muestra las historias de aquellos que han superado desafíos significativos, trascendiendo fronteras y orígenes para unirse bajo un objetivo común. El equipo de refugiados en los Paralímpicos tiene como objetivo inspirar a otros, ilustrando que la determinación puede superar incluso los obstáculos más desafiantes. Con los Juegos Paralímpicos de París a punto de comenzar en solo unos meses, la anticipación es palpable. El viaje de Atangana y Nyamjua desde su tierra natal hasta competir en uno de los escenarios más grandiosos del mundo sirve como un poderoso recordatorio del potencial que hay en cada individuo, independientemente de sus circunstancias. Mientras el mundo observa, Atangana no solo llevará la bandera por sus compañeros atletas, sino que también representará las esperanzas y sueños de innumerables refugiados que aspiran a alcanzar la grandeza contra todo pronóstico. Su historia es una celebración del espíritu humano y un faro de esperanza para la unidad, la perseverancia y la inquebrantable búsqueda de los propios sueños.