Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La noche de este martes, un temblor de magnitud 4.8 se sintió en la zona norte del país, específicamente en la región de Atacama, a 67 kilómetros al este de Alto del Carmen. Este evento sísmico fue registrado por el Centro Sismológico Nacional (CSN), que a través de sus redes sociales, comunicó la magnitud y ubicación del sismo, generando preocupación y atención entre los residentes de la localidad. Desde el Servicio Nacional de Prevención de Desastres ante Amenazas (Senapred), se brindaron detalles sobre la intensidad del temblor, utilizando la Escala de Mercalli, que mide los efectos del sismo en la población y las estructuras. Esta escala, que varía desde I (imperceptible) hasta XII (destrucción total), permite a las autoridades comprender mejor la magnitud del impacto del sismo en una determinada área. En este caso, la magnitud de 4.8 corresponde a un evento que, aunque no se considera un terremoto en el sentido convencional, puede causar cierta inquietud entre la población. En Chile, se define como terremoto a un sismo que genera daños estructurales, es decir, aquel que es reportado con una intensidad de grado VII o superior en la Escala de Mercalli. Por lo tanto, este temblor, aunque notable, no alcanzó el umbral para ser catalogado como un evento que pudiera provocar daños significativos. Es importante destacar que hay una distinción fundamental entre magnitud e intensidad, dos conceptos que a menudo se confunden. La magnitud se refiere al tamaño del sismo, es decir, la cantidad de energía liberada, mientras que la intensidad se relaciona con los efectos del temblor en el entorno. Ambos aspectos son cruciales para entender el impacto de un sismo en una región determinada. Los informes iniciales del CSN y Senapred no han reportado daños significativos ni heridos tras el temblor. Sin embargo, es habitual que, tras eventos sísmicos, las autoridades locales realicen inspecciones de infraestructura y estructuras en áreas cercanas al epicentro para garantizar la seguridad de la población. Los residentes de Alto del Carmen y sus alrededores reportaron haber sentido el movimiento, creando un momento de inquietud en la comunidad. Muchos se dirigieron a las redes sociales para compartir sus experiencias, y algunos incluso compartieron imágenes y videos del temblor. La rápida difusión de información en plataformas digitales ha permitido que la población esté más informada y preparada ante situaciones de emergencia. La geología de la región de Atacama, conocida por su actividad sísmica, hace que los residentes estén acostumbrados a los temblores, aunque cada evento genera su propio nivel de tensión y atención. La naturaleza del terreno y el tipo de construcciones son factores que influyen en la manera en que los sismos son percibidos y los daños que pueden ocasionar. Con este temblor, se recuerda la importancia de mantener la calma y estar preparados para cualquier eventualidad. Las autoridades siempre recomiendan tener un plan de evacuación y un kit de emergencia en casa, así como participar en simulacros de sismo para estar mejor preparados frente a futuros eventos sísmicos. Finalmente, este temblor nos recuerda que la naturaleza tiene la capacidad de generar fenómenos que, si bien pueden ser imprevistos, también son parte de la vida en esta región del mundo. La educación sobre el comportamiento ante sismos y la cultura de la prevención son vitales para minimizar riesgos y proteger a la población.