Crisis del peso mexicano se agrava tras reforma judicial de AMLO y protestas laborales

El peso mexicano se ha visto sumido en una crisis significativa tras la reciente aprobación del plan de reforma judicial del presidente Andrés Manuel López Obrador. Este cambio legislativo, que fue respaldado por un comité del Congreso, ha suscitado preocupaciones entre los inversionistas, quienes consideran que estas reformas amenazan el Estado de derecho en México. En el contexto de este clima de incertidumbre, el peso se ha desplomado, convirtiéndose en la moneda con peor desempeño a nivel global. La propuesta de AMLO incluye la elección de jueces federales mediante voto popular, un cambio que, según sus defensores, tiene como objetivo erradicar la corrupción en el sistema judicial. Sin embargo, los críticos argumentan que esta medida podría debilitar la independencia judicial y aumentar el control del partido gobernante sobre el poder judicial. Este debate ha generado reacciones negativas, tanto a nivel nacional como internacional, siendo el embajador estadounidense Ken Salazar uno de los más vocales al advertir que estas reformas representarían un "riesgo importante" para la democracia en el país. La inusitada rapidez con la que se aprobó el plan a nivel de comité sorprendió a muchos analistas. Marco Oviedo, estratega de XP Investimentos, comentó que existía una cierta incredulidad entre los operadores, quienes esperaban una dilución de la propuesta antes de su aprobación. La posibilidad de que la reforma se convierta en ley se discutirá en la Cámara Baja en la próxima semana, y requerirá una mayoría de dos tercios en ambas cámaras del Congreso para su aprobación. El ambiente incierto generado por estas reformas ha llevado a una caída de más del 13% del peso frente al dólar desde las elecciones legislativas de junio, donde el partido Morena logró una victoria aplastante. La moneda mexicana se desplomó un 1.4% a 19.67 por dólar, el nivel más bajo en tres semanas. Este descenso ha hecho que muchos operadores reconsideren sus apuestas sobre la moneda, que anteriormente disfrutaba de una posición fuerte gracias a las tasas de interés récord, la prudencia fiscal y la estabilidad política. Erick Martínez Magaña, estratega de Barclays Plc, expresó que existe preocupación por el deterioro de las instituciones en el país. A medida que se acerca el final del mandato de AMLO y se inicia el de su sucesora, Claudia Sheinbaum, el ambiente de incertidumbre podría intensificarse. Las últimas semanas del sexenio de AMLO coinciden con los debates en el Congreso, donde cualquier cambio puede tener repercusiones duraderas para la economía mexicana. Las empresas globales han comenzado a enviar señales de alerta sobre los riesgos que las reformas judiciales implican para las inversiones en México. Morgan Stanley ha rebajado su calificación de las acciones mexicanas a "underweight", citando la inestabilidad provocada por las reformas. Por su parte, Citigroup y Goldman Sachs han cerrado posiciones alcistas sobre el peso, al considerar que no hay un catalizador a corto plazo que impulse su recuperación. Las huelgas de trabajadores judiciales a nivel nacional, en protesta por las reformas, añaden una capa adicional de complejidad a la situación. Estas manifestaciones reflejan la preocupación de los trabajadores del sector sobre las implicaciones que las reformas tienen para su independencia y para la justicia en el país. Los próximos días serán cruciales para observar cómo se desarrollan los debates en el nuevo Congreso y si las reformas finalmente se implementarán. Este giro en la política judicial de México subraya la fragilidad de la confianza de los inversionistas en un entorno donde las reformas pueden alterar significativamente el equilibrio de poder. El peso, que había sido considerado un activo seguro en el panorama económico global, ahora enfrenta un futuro incierto, lo que podría tener efectos de largo alcance en la economía del país. La situación exige atención y análisis continuos, ya que las decisiones tomadas en las próximas semanas podrían no solo definir el futuro del sistema judicial, sino también el rumbo económico de México en el contexto global. La comunidad internacional observa de cerca este desarrollo, consciente de que la estabilidad en México es crucial para la región y para las relaciones comerciales con otros países. La resolución de este conflicto será determinante para la confianza de los inversionistas y el bienestar económico del pueblo mexicano.